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Virginia, ganadora de OT 6.
Operación olvido

Operación olvido

Cantan, pero no triunfan. Tras el primer 'OT', los ganadores de las ocho ediciones siguientes no son estrellas

INÉS GALLASTEGUI

Miércoles, 16 de noviembre 2016, 21:00

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«¿Nahuel qué?». Ni siquiera a los telespectadores más entregados, esos que se saben de carrerilla la alineación de la primera temporada de Operación Triunfo, les suena de nada el ganador de la última edición del concurso de talentos. Ni su cara, ni su nombre: Nahuel Sachak (Paraguay, 25 años). Y eso que solo hace cinco años que A Dios le pido de Juanes dio la victoria al paraguayo en la quinta y última gala con la que Tele 5 dio el hachazo a un programa agonizante. Normal: los primeros triunfitos habían alcanzado en 2001 cuotas de pantalla cercanas al 70% -casi 13 millones de espectadores en la velada que aupó a Rosa López-, gracias a la novedad del formato; los últimos nunca consiguieron levantar el modesto share del 14% de la gala de presentación.

Lo de Nahuel no es una excepción. ¿Quién recuerda a Mario Álvarez, a Virginia Maestro o a Vicente Seguí? Todos siguen cantando. Todos tienen sus fans. Pero ninguno ha conseguido ni remotamente la gloria que alcanzaron no ya Rosa de España, sino muchos de los concursantes que ni siquiera ganaron, como Bisbal, Bustamante, Manu Tenorio, Chenoa, Edurne, Pablo López, Soraya o Manu Carrasco. Por si no fuera suficiente con las audiencias menguantes, a los más recientes se les cruzó la crisis y el hundimiento del mercado discográfico.

La historia del único campeón extranjero de las nueve entregas del talent show es el paradigma de cómo la televisión encumbra a completos desconocidos a una fama efímera, en la que tocan el cielo con las manos, para después dejarlos caer en el más absoluto de los olvidos.

Reguetón y striptease

La caída de Sachak es, quizá, de las peores, porque la vida de este inmigrante ya era dura antes de OT. Según él, Gestmusic y Telecinco incumplieron sus promesas: no hubo cheque de 30.000 euros, ni grabación de un disco, ni gira promocional con Paris Hilton como invitada. Solo un reproductor mp4 con dos canciones suyas. Así que volvió a su país, hizo algunos bolos y lanzó su primer sencillo. No le debió de ir muy bien, porque regresó a España y en los últimos tres años compagina sus actuaciones en cruceros por Europa con espectáculos callejeros de cumbia, reguetón y striptease. En Facebook, donde le siguen 578 personas, contaba hace unos días su salida de Cádiz y su escala en Lisboa. En sus fotos, Nahuel nunca pierde la sonrisa: se nota que ha toreado en peores plazas.

Pero volvamos a 2002. La segunda y la tercera edición aún se emitieron en Televisión Española, con Carlos Lozano como presentador. OT 2 -la de Manu Carrasco, Miguel Nández, Hugo Salazar y Mai Meneses (Nena Daconte)- la ganó Ainhoa Cantalapiedra (Galdácano, Vizcaya, 1978), aunque la elegida para representar a España en Eurovisión fue la tercera clasificada, Beth Rodergas.

En la estela del programa, la vizcaína grabó tres discos -el primero, producido por Emilio Estefan, vendió 150.000 copias y fue disco de oro-, pero tuvo la mala suerte de que dos accidentes de tráfico y una operación de garganta entorpecieran su carrera. Un fallo técnico arruinó su candidatura para Eurovisión 2010. En la presentación de su cuarto disco, grabado gracias a un crowdfunding, decía que en OT la boicotearon y su discográfica la echó «por gafe».

Al año siguiente de su paso por la academia viajó por primera vez a Latinoamérica que, a la postre, se ha convertido en su hogar: este año ha firmado un contrato con la compañía mexicana Televisa por el que sus últimas canciones aparecen en la telenovela A que no me dejas, que se estrena el 2 de noviembre en España, en Nova.

Vicente Seguí (Vilamarxant, 1978) ganó en 2003, pero tampoco él fue seleccionado para Eurovisión. El concurso ya había empezado a languidecer y Vicente no consiguió la notoriedad de sus antecesores. Especialista en baladas, grabó dos discos con grandes compañías, pero no tuvieron la repercusión que esperaba y en 2009 lanzó Mirándote de forma independiente. También sin pena ni gloria. Ha realizado pequeñas incursiones en la televisión regional y ofrece conciertos en su comunidad; el último, con entrada gratuita, con la orquesta sinfónica de Onda, Alicante.

Cambio de cadena

La cadena pública se deshizo del formato y dos años después Tele 5 lo retomó con bríos renovados, nueva directora (Edith Salazar en sustitución de Nina) y otro presentador (Jesús Vázquez). También un estilo diferente, más centrado en el show de la convivencia y sus conflictos; no hay que olvidar que entonces Gran Hermano ya había cumplido ocho temporadas en el canal privado. La audiencia trepó del 25% al 37%.

Sergio Rivero (Las Palmas de Gran Canaria, 1986) venció en OT 4: cajero en un supermercado, tras grabar dos discos se fue a estudiar composición y piano a Los Ángeles y en 2012 cerró una etapa que, según confiesa, había superado sus expectativas. Después de 4 años de introspección musical, en los que ha producido videoclips, ha estudiado escritura creativa y fotografía y ha iniciado el grado de Filosofía a distancia, a comienzos de este año regresó pidiendo ayuda a sus fans para grabar un nuevo trabajo: 167 mecenas aportaron los casi 11.000 euros que costó grabar Quantum, un álbum escrito en inglés. Su primer single vio la luz en primavera. Después, silencio.

A pesar de la incorporación de Risto Mejide al jurado, OT 5 no logró remontar un share en caída libre. Lorena Gómez (Lleida, 1986) ya era asidua de los concursos de talentos antes -de origen andaluz, canta coplas y baila flamenco desde niña- y lo ha vuelto a ser después. Su victoria en la academia con 20 años no fue un salvoconducto para el éxito musical de esta exdependienta de Zara, a pesar de que grabó tres discos. En 2010 compitió sin éxito para cantar por España en Oslo. Harta de dar tumbos, hace 3 años cruzó el charco, se instaló en Miami y se recicló en actriz de telenovelas, en concreto, en Voltea pa que te enamores.

Ahora, su participación en la quinta temporada de Tu cara me suena ha disparado su popularidad: si las redes sociales son un termómetro de tan huidizo concepto, está claro que, después de la granadina Rosa (73.000 seguidores en Instagram), Lorena es la más conocida de las ganadoras de las sucesivas ediciones, con 33.000 fans, muy alejada de Cantalapiedra (3.120), Rivero (2.621), Sachak (515) o Seguí (295).

Virginia Maestro (Linares, Jaén, 1982), que grabó tres discos con Sony antes de romper con la compañía en 2013, es una de las exconcursantes que no recuerdan con mucho cariño su paso por el programa. «En la tele todo parece genial, pero no lo es tanto», afirmaba en la presentación de Blue Bird, un disco de canciones en inglés que logró grabar gracias a los microdonativos de sus fans.

En cambio, Mario Álvarez (Oviedo, 1985), que también vivió los últimos coletazos de un programa en decadencia, lo ve de otra manera: «Recuerdo mi paso por OT 8 como una experiencia única e irrepetible, a nivel profesional y personal». Y eso que el concurso le hizo dejar los estudios de Arte Dramático.

Al artista asturiano le gustaría que el reencuentro que culmina este lunes con un multitudinario concierto en Barcelona no se limitara a la primera promoción del programa. «Es una forma muy bonita de revivir sentimientos y recuerdos de algo que nos cambió la vida a muchos», asegura, con un punto de nostalgia.

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