Un montón de colgados

Multitudinario y clandestino

Tal vez suene un poco crudo, pero, en sentido literal, nadie podrá discutir que la foto muestra a un montón de colgados: acaban de brincar desde el Puente de la Integración, en la ciudad brasileña de Hortolândia, y están pendulando alegremente, con la doble excitación del salto y del reto superado.

Al contemplar su aparatosa geometría, con esas cuerdas que recuerdan a un arpa desbaratada, resulta sorprendente que en realidad se trate de un acto clandestino, que se ha organizado y llevado a cabo con el máximo sigilo: los promotores no contaban con permisos, porque decidieron que no pedirlos era la mejor manera de ahorrarse una negativa, y ni siquiera los participantes conocían los detalles de la cita hasta el último momento.

Como ocurre tantas veces con las imágenes de exceso y desmesura, algo tiene que ver en todo esto el libro Guinness: los brasileños han remitido un vídeo de su acción a la suprema autoridad de los récords, para ver si la aceptan en su interminable colección de logros. Sería el salto de puenting más multitudinario de la historia.

Puertollano sigue teniendo su récord

Uno de los récords más duraderos en este tipo de modalidades deportivas es el que ostenta el británico Curtis Rivers, que en 2002 ingresó en el Guinness por haber realizado el salto con cuerda elástica a mayor altitud. Lo hizo en Puertollano (Ciudad Real), donde se lanzó desde un globo aerostático que volaba a 4.632 metros del suelo. Tras rebotar cinco veces, este especialista cinematográfico cortó la cuerda y descendió en paracaídas.