Un hombre pasa 30 días en la cárcel por ir dos horas antes a trabajar

Uno de los factores que las empresas valoran más a la hora de contratar a alguien o no es la puntualidad. Se valora y mucho que el trabajador esté a su hora en su puesto de trabajo, por eso sorprende lo que le ocurrió a Kevin McGill, un ciudadano de Sandy Spings, en Atlanta, que ha sido condenado a 30 días de cárcel por llegar dos horas antes a trabajar.

El protagonista de esta esperpéntica historia es basurero y tenía que entrar a trabajar a las 7.00 horas, pero un día apareció algo más tarde de las 5.00 horas. Un hecho por el que la empresa le ha denunciado, alegando que comenzó a trabajar antes del horario permitido para la recogida de basura -que comienza a partir de las siete de la mañana.

Ahora el juez ha decretado 30 días de prisión para Kevin McGill. El fiscal encargado del caso, Bill Riley, señaló que la pena de cárcel era necesaria para que ningún otro recolector se presente antes de su hora en su puesto de trabajo. ¿El motivo? Según explicó Sharon Kraun, del departamento de alcaldía de la localidad, los habitantes de Sandy Spings tienen una "muy buena calidad de vida" y desde el ayuntamiento no quieren que ésta se vea afectada por "ruidos del recolector de basuras a las cinco de la madrugada".