Adiós a la centenaria de Benifaió que tiraba cohetes

Benifaió ha despedido a su vecina más longeva y a su cohetera de honor. Josefina Muñoz Muñoz ha fallecido a los 106 años. Una vida muy larga y siempre unida a la pólvora ya que los cohetes eran su gran pasión.

Hasta casi el final de sus días, este mujer natural de Casinos pero que ha pasado gran parte de su vida en Benifaió, participaba en la Processó del Foc. Una cordà típica de esta localidad de la Ribera Alta en la que Josefina era la encargada de encender el primer cohete de este acto que se celebra en agosto en honor a la Divina Aurora.

El año pasado, con 105 años, esta centenaria volvió a cumplir con la tradición ya que los vecinos de Benifaió se acercaron hasta su casa para que Josefina diera el pistoletazo de salida a esta fiesta que tanto amaba y de la que era parte importante.

«Este año ya no pudo encender el cohete y fuimos sus dos hijas, Juani y Maribel, las encargadas de esta tradición. Lo hicimos como ella, sin tenaza porque siempre decía que la bomba estaba al final y no pasaba nada por cogerlo», recuerda Maribel, una de sus cinco hijas que destaca la calidad humana de su madre.

El amor por la pólvora la acompañó toda su vida y le valió para ser nombrada cohetera de honor ya que formaba parte de las organizaciones locales. «No sé si le venía por ser de Casinos», comenta su hija, lo cierto es que esta 'cohetera' no se perdía una mascletà. Hasta que pudo andar sin problemas acudía a primera fila de la plaza del Ayuntamiento para empaparse de este espectáculo pirotécnico tan valenciano y que tan feliz la hacía. El olor a pólvora era parte de su ser.

Josefina celebraba los 106 años el 27 de agosto, hace menos de un mes, acompañada de su familia y agradecía las numerosas felicitaciones recibidas por parte de todo el pueblo y del propio Ayuntamiento que le obsequió con un ramo. Sin embargo, ya llevaba un tiempo que se estaba apagando como comentan sus hijos.

Josefina 'la del fornet', como era conocida en Benifaió por haber regentado durante más de 50 años un horno, era muy querida y respetada por todos. Muestra de ello es que la noticia de su muerte, pese a su longevidad, ha causado gran dolor en la población que ha querido rendirle un homenaje.

Ella bromeaba y decía que el secreto para superar los cien años residía en no dejar de respirar aunque realmente destacaba que siempre había llevado una vida «muy ordenada» sin excesos.

Esta centenaria de Benifaió tuvo cinco hijos, doce nietos y quince biznietos que se han despedido con tristeza de esta mujer única que se convirtió en la «abuela de todos» los vecinos de la localidad por su bondad y siempre estar dispuesta ayudar.

«Siempre tenía la puerta abierta para todos, era muy directa y daba muy buenos consejos», destaca Elena, una de sus nietas que vive en Virginia y que la recuerda con mucho amor y también con dolor por no poder estar presente en el entierro.

Una mujer muy religiosa que enviudó pronto y que tuvo que hacerse cargo de todo, el negocio y sus hijos, pero esto no le impidió seguir con su buen carácter. Tía del famoso cantautor Paco Muñoz, Josefina también ejerció como matrona durante su juventud ayudando a sus vecinas en los partos. Y es que durante su larga vida esta mujer siempre tuvo una máxima, ayudar a los demás.

Josefina fue una luchadora y se volcó en su familia que gracias a ella se ha mantenido unida. Una familia que junto a sus vecinos la han despedido este miércoles en un funeral donde no faltó la pólvora, con castillo y salves en su honor. Un entierro a la altura para recordar a esta gran cohetera que deja un vacío muy grande en Benifaió.

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