Un Tribunal Popular juzgará al joven que asesinó a su madre en un camping de Navalón
La Fiscalía pide por los hechos, que ocurrieron en abril de 2023, el agravante de parentesco y el atenuante de confesión
B. González
Xàtiva
Viernes, 20 de junio 2025
El próximo miércoles, 25 de junio, arranca el juicio por matricidio cometido por un joven en un camping de Navalón, pedanía de Enguera, en la Canal de Navarrés. Será un tribunal popular el encargado de juzgar los hechos en las cinco sesiones establecidas para la vista oral.
Los hechos ocurrieron el 16 de abril de 2023, domingo de Pascua, en una cabaña del camping Los Carasoles, propiedad de la familia. La mujer, de 54 años de edad, se encontraba con su hijo, por entonces de 24 años de edad, cuando este le asestó hasta 16 cuchilladas. Fue el mismo joven quien llamó a un hermano para confesarle el crimen.
Los nueve miembros del Tribunal del Jurado deberán determinar si consideran probado que, tras una discusión entre el procesado y la víctima, el hijo se acercó hasta el sofá donde estaba tumbada boca arriba su madre y la atacó por sorpresa con un cuchillo que había cogido previamente de la cocina, de 20 centímetros de hoja.
El tribunal determinará también si el hombre le clavó el arma tres veces en la parte delantera del tórax y 13 veces en la parte posterior del mismo para, a continuación, llamar a Emergencias, confesar el crimen y pedir una ambulancia, como se indica en el sumario. La mujer falleció instantes después del ataque debido a las heridas que sufrió.
La fiscalía considera que los hechos son constitutivos de un delito de asesinato con laagravante de parentesco y la atenuante de confesión.
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El suceso conmocionó la zona residencial de acampada donde muchos de los residentes estaban terminando de pasar las vacaciones de Semana Santa y Pascua. Ninguno escuchó ni presenció lo sucedido, pero alguno sí llegó a manifestar a LAS PROVINCIAS que había estado con la víctima por la tarde y que ésta había comprado varios bocadillos para cenar con su hijo en la cabaña.
También el pueblo de Chella quedó consternado, puesto que la familia era originaria de este otro municipio de la Canal de Navarrés.
El acusado se enfrenta a penas que van desde los 15 y los 25 años de prisión por el asesinato. A partir de ahí, la pena podrá ser mayor o menor dependiendo de si el tribunal considera que el agravante de parentesco es más significativo que el atenuante de confesión o viceversa, además de tener en cuenta otras circunstancias como el ensañamiento con la víctima.
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