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Estado actual de las obras. A. T.
El tramo de la A-38 Cullera-Favara entrará en servicio a finales de octubre

El tramo de la A-38 Cullera-Favara entrará en servicio a finales de octubre

El Ministerio de Fomento trabaja para adaptar la salida del antiguo peaje de la AP-7 y enlazarlo a través de una glorieta con la nueva autovía

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Martes, 2 de junio 2020, 20:36

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Unos cinco meses son los que faltan para que uno de los grandes proyectos de mejora de la red viaria en la Ribera sea una realidad. Se trata de la A-38, la variante de Cullera que duplicará la calzada de la N-332 en uno de sus puntos más conflictivos donde se han producido decenas de accidentes de gravedad.

Este proyecto se encuentra a un 94% de su ejecución y la dirección general de Carreteras estima que a finales del mes de octubre o principios de noviembre, si las condiciones meteorológicas no lo impiden, se abrirá al tráfico.

Estos dos últimos meses en los que el volumen de vehículos se ha reducido de forma considerable debido al confinamiento han servido para dar un gran empujón a estas obras. De hecho, en estas semanas se ha avanzado más de un 20% ya que en marzo el porcentaje de ejecución era de alrededor del 70. Esto se debe a la reducción del tráfico pero también a que la parte de ingeniería más complicada ya se había llevado a cabo con la construcción de los diferentes viaductos que componen esta nueva vía para salvar tanto el río Júcar como la gran cantidad de acequias de la zona.

La inversión total asciende a 144.704.933 millones de euros, una cantidad superior a la estimada en un primer momento que rondaba los 114 millones de euros. Pero los importantes retrasos y complicaciones técnicas han ido engrosando el presupuesto del Ministerio de Fomento.

Cabe recordar que este tramo de autovía que une Cullera y Favara con Tavernes de la Valldigna estuvo paralizado durante cinco años por falta de inversión, de 2010 a 2015. En 2015 se retomaron los trabajos pero a un ritmo muy lento al contar con unas cantidades anuales que rondaban los cuatro millones de euros. No fue hasta 2019 cuando el Gobierno decidió apostar por finalizar esta obra y desde entonces se ha trabajado a un buen ritmo y así acabar con uno de los puntos negros de las carreteras valencianas.

Esta nueva autovía cuenta con 21 viaductos y cinco pasos superiores y once inferiores para salvar todos los obstáculos. Para la cimentación han sido necesarios 71.000 metros de pilotes de hormigón debido a la calidad del terreno. La parte más complicada fue la del viaducto sobre el Júcar. Además, la A-38 en este tramo tiene tres enlaces, Cullera sur, Cullera norte y Favara.

Enlace AP-7

El retraso en la puesta en marcha de la A-38 ha provocado que la liberalización de la AP-7 haya sido efectiva antes de su finalización. Por este motivo, de forma paralela se está trabajando también en el enlace de la salida del peaje de Favara con la nueva A-38 ya que esta vía comenzará a tener un importante volumen de tráfico con la llegada del verano.

Se realizará una glorieta inferior que facilitará la incorporación a ambas vías, la antigua autopista y la nueva autovía, y la reducción de tiempo entre los trayectos a la costa de Cullera. Un enlace que dará fluidez a los problemas en este punto.

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