Las inclemencias meteorológicas y las plagas provocan un descenso de un 30% en la producción de cítricos
Los precios han subido pero no compensan la pérdida de kilos a los agricultores
a. talavera
Jueves, 11 de marzo 2021, 17:29
La campaña citrícola en la Ribera se está viendo marcada por un descenso importante de la producción en prácticamente todas las variedades debido a las inclemencias meteorológicas y a las plagas.
Las lluvias persistentes de la primavera pasada han pasado factura a las variedades tempranas y el frío de los meses de diciembre y enero está afectando a las tardías que ya han comenzado a recolectarse. A todo esto se suma las plagas del 'cotonet' de Sudáfrica y 'trips de la orquídea' que cada vez son más potentes en los campos valencianos.
"Todo esto supone una merma de la producción de un 30%. En cuanto a las plagas la administración no aporta alternativas para combatirlos y esto supone un importante desperdicio alimentario", explica el vicepresidente de Ava-Asaja, Bernardo Ferrer, ya que son muchas las toneladas que se caen al suelo por estas afecciones.
Sin embargo, la demanda ha aumentado casi un 20% en los mercados europeos al estar asociadas las naranjas a características saludables y de prevención de resfriados. Esto unido a la menor producción ha generado una subida de precios, superiores a los de otros años, pero que son insuficientes para compensar la falta de kilos recogidos en el campo.
Las más de una veintena de variedades que se cultivan en las tierras de la Ribera se están encadenando desde el inicio de la campaña en septiembre pero se espera que ésta finalice antes de lo habitual por la citada reducción de la producción. Unas de las variedades más afectadas por el frío han sido las de la familia Lane Late.
Este año en el que el Covid lo está cambiando todo también está causando perjuicios a la agricultura. Los precios de la fruta se incrementan para el consumidor por los costes generados de las nuevas medidas. "Existen medidas en el campo, en los almacenes que repercuten en el precio del kilo de naranjas y a esto se suma la ralentización en el transporte, sobre todo, a finales de año", añada el responsable de Ava-Asaja. Nuevos retos para los agricultores que complican la supervivencia del sector.
Del caqui a la naranja
Precisamente, las dificultades asociadas a las plagas y a la reducción de precios están provocando que los campos de la Ribera que durante la última década habían apostado por la producción de caqui, vuelvan a sus orígenes citrícolas. Desde 2017 las cifras muestran que no hay aumento en las campañas de caqui, que el 90% se produce exclusivamente en la comarca.
"La falta de herramientas para combatir las plagas y los bajos precios están convirtiendo en un cultivo sólo para profesionales", destaca Ferrer. Esta fruta tiene todavía margen de crecimiento en los mercados internacionales pero es necesario aumentar su promoción y conseguir que sea rentable para que los agricultores mantengan el cultivo.