Los rostros de la solidaridad valenciana: «A mis clientes les ayudo a ser mejores personas»
Víctor Martínez Galán e Isabel Pérez-Cea son la cara más visible de la Fundación Dasyc, que acaba de cumplir su 30 aniversario como una de las oenegés que trabajan para paliar las desigualdades invisibles en Valencia
Víctor Martínez Galán plantea una cuestión que cree que es esencial para entender el porqué de su implicación social. «Cuando ayudamos a una persona mayor ... a cruzar la calle, ¿quién de los dos tiene más recompensa?». Financiero reconocido en Valencia, cree que la humanidad es esencial en un mundo lleno de desigualdades, y donde la Fundación Dasyc llegó hace treinta años para ayudar a reducir la brecha. Y a Víctor, presidente de la entidad, le ha movido este compromiso, que lleva también a su día a día. «Cuando un cliente viene a mí y me confía sus ahorros o sus inversiones, procuro aconsejarle no sólo desde el punto de vista de la rentabilidad. También me fijo en su entorno, en cómo vive. En su familia, en sus condiciones de vida, y procuro también transmitirle paz, serenidad. Y ayudarle a que sea mejor persona. En algunos casos lo consigo; en algún otro, desgraciadamente, no».
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La Fundación Dasyc no pudo celebrar como se merecía su aniversario, que estaba previsto para finales del pasado año. La dana arrastró consigo los pueblos de l'Horta Sud y esta entidad social dejó aparcada cualquier conmemoración para ayudar a los afectados. De hecho, consiguieron canalizar muchísimos fondos que han ayudado a paliar daños materiales. Porque los humanos son irreparables.
Pasados ya algunos meses desde entonces, Isabel Pérez-Cea, gerente de la fundación, cree que esta es una buena atalaya para darse cuenta de cómo es Valencia, de que hay barrios marginales, de que hay personas que no pueden acceder a lo mínimo para garantizar la dignidad que se merece cualquier ser humano. «El último informe de la Red Europea contra la Pobreza alerta de que en la Comunitat Valenciana el riesgo de exclusión social afecta al 29,6% de la población. Es decir casi una de cada tres personas vive con un 60% menos de recursos que la media de este país», concreta Isabel, que lleva que cree que hay más desigualdad de lo que pensamos. «Porque no la ves, porque a veces son muchísimas familias que no llegan a final de mes, que no tienen agua caliente o calefacción en invierno, que no pueden hacer todas las comidas al día y cuentan con menores a su cargo».
Ayuda al exterior
La Fundación Dasyc trabaja principalmente en la Comunitat Valenciana y las Islas Baleares, pero también en otros países más desfavorecidos, como El Salvador, Etiopía, la India, Guatemala o Costa de Marfil.
Los menores son uno de los objetivos de la fundación, y a ellos van dirigidas actividades de ocio y tiempo libre saludable. «A mí personalmente me toca mucho el corazón ver cómo afecta la pobreza a los niños. Vemos a veces que tienen potencial y nos da muchísima pena que no vayan a tener la oportunidad de llegar a algo más sencillamente por nacer donde han nacido, en un círculo del que es muy difícil salir».
Isabel Pérez-Cea y Víctor Martínez Galán se han convertido, cada uno en su papel, en la voz de una fundación con ADN valenciano que en estos treinta años se ha ido posicionando como una pieza imprescindible del puzzle del tercer sector. Y la sociedad se ha volcado con ellos. Son muy conocidos los eventos promovidos por personajes de la burguesía valenciana, como Sally Corell, siempre en beneficio de Dasyc. O el torneo solidario de golf que se celebra cada año en el club de golf Escorpión. O la gala benéfica para recaudar fondos para las actividades con menores. Pero también hay una red de 400 voluntarios anónimos «que hace que podamos llegar a muchísimos rincones, que podamos tener en marcha ahora mismo más de treinta actividades». De hecho, «trabajamos muchísimo con la gente joven para concienciar de la importancia que tiene que la gente se implique. En esta sociedad que nos parece algo individualista, la realidad es que hay respuesta». Dasyc trabaja incluso en colaboración con la administración pública «para llegar donde ellos no llegan».
Un premio al compromiso
La Fundación Dasyc es una de las cuarenta entidades premiadas por el Santander por su labor durante la emergencia provocada por la dana. El acto, presidido por la presidenta del Banco Santander, Ana Botín, la Reina Letizia y la vicepresidenta Yolanda Díaz, se reconoció el papel fundamental que han ejercido estas instituciones para ayudar a los afectados por los sucesos del pasado 29 de octubre en Valencia.
Hace una década que Isabel Pérez-Cea llegó a la fundación. Venía de la empresa privada, del sector financiero, y «fue un punto de inflexión muy grande en mi vida». Reconoce que es imposible no implicarse. «Te metes con el alma y el corazón en el trabajo, porque, además, intentamos hacerlo bien y con muchísimo cariño. Vemos además que nuestras acciones tienen repercusión y una compensación personal porque la gente es muy agradecida». Isabel reconoce además que se lleva muchas historias a casa, «A veces hay que frenar un poco, porque vivimos momentos duros». La gerente de la fundación ha trasladado este compromiso a su entorno. «A mis hijas les digo que tienen el deber de dedicar parte de su tiempo y recursos a ayudar a los que más lo necesitan».
A Víctor Martínez Galán le ocurre algo similar. «Sé que el tiempo que le dedicamos está muy bien empleado, que me hace pensar todo el tiempo: ¿Qué puedo hacer yo por los demás? Se crea un hábito y te ayuda a ser mejor persona», asegura el financiero, que reconoce que sólo algún problema de salud le puede detener de su actividad diaria, volcado en su trabajo, pero también en la fundación. «No puedo estar parado, nunca me he aburrido», asegura Víctor, y nombra mil aficiones: el tenis, el golf, la lectura de novela histórica o el cine. Pero, sobre todo, ha querido implicarse en la sociedad valenciana, y ya lo hizo hace unos años en el Levante UD, del que fue directivo. «Estoy muy contento por el ascenso, el club está mucho más profesionalizado y se han hecho las cosas bien», asegura el financiero, que ha transmitido la pasión por el club granota a sus hijos, tal y como su padre ya lo hizo en el pasado. «Él también fue directivo, y allá donde esté seguro que está muy satisfecho por este logro y porque sus nietos le hayan seguido».
Para Víctor Martínez Galán, la familia es su gran pilar. «Tengo dos hijos que trabajan en el mismo sector que yo, y hacemos muchas cosas juntos. Otro es asesor fiscal y trabaja en una empresa muy importante de abogados con la que dentro de poco se traslada con su familia a Miami». Reconoce que vive «con mucha pena» esta marcha, aunque sabe que es una promoción para él, que profesionalmente le va a beneficiar. «Pero como padre y abuelo le puedo decir que lo voy a sentir mucho. Ser abuelo es algo muy especial».
El presidente de la fundación quiere acordarse además de quienes le acompañan en el patronato de la Fundación Dasyc: José María Salcedo, Consolación Sánchez, María José Falaguera, Amparo Lanuza, Begoña Momparler, Pilar Solá y Gema Mínguez. «Están muy presentes y lo dan todo», asegura Víctor, que cree que la sociedad valenciana es muy solidaria, que lo ha demostrado no sólo en la dana, sino en toda la actividad de la fundación Dasyc. «Es una entidad que crece año tras año en todos los sentidos».
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