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«Éramos dos jóvenes con ansias y mucha ambición y en una huida hacia adelante creamos un centro donde seguir con lo que ya hacíamos en Estados Unidos en aquel momento, reproducción». Así comienza el relato de José Remohí, uno de los dos fundadores, junto a Antonio Pellicer, del Instituto Valenciano de Infertilidad, que está de celebración por su 35 aniversario. Y aquellos dos médicos, que estuvieron «tres años sin cobrar una sola peseta» porque no tenían ingresos suficientes, revolucionaron la reproducción asistida a nivel mundial gracias a su convicción de que quedaba todo por investigar y descubrir en torno a la fertilidad.
Hoy el IVI se ha convertido en uno de los gigantes internacionales de la reproducción asistida, en manos de un fondo americano desde que lo comprara en 2023. Pellicer es presidente ejecutivo del consejo de administración de IVI RMA Global, que así se llama el grupo, mientras Remohí sigue pasando consulta, ahora entre Madrid y Valencia. «Nosotros somos médicos, ante todo», aseguraba este viernes en un encuentro con los medios, donde han dado datos sobre su labor. Por ejemplo, que en 2024 sólo en Valencia han realizado alrededor de seis mil tratamientos de reproducción asistida -200.000 en todo el grupo-, de los cuales un 20% son preservación de óvulos.
De hecho, en 2007 el IVI, y más concretamente la doctora Ana Cobo, que es a su vez la mujer de Pepe Remohí, consiguió hacer realidad esta preservación, un hito que «nadie creía, y todavía recuerdo las discusiones tremendas que se formaban en los congresos», relataba el cofundador del instituto. «Para la mujer ha habido dos grandes revoluciones relacionadas con la reproducción: por un lado, la píldora anticonceptiva, que separó por primera vez su vida sexual de la maternidad, y la otra la posibilidad de preservar sus óvulos y con ella que la maternidad no dependa tanto de su edad», explica Remohí, que ha dado datos desde aquel año, cuando se hicieron 30 tratamientos. En 2024 han sido casi 2.500 en toda España, lo que supone una evolución de más de un 80.000%. En Valencia, aquel año se hicieron 21 (entonces no habían completado la expansión que llegó posteriormente y la mayoría de los tratamientos de este tipo se hacían en Valencia). El incremento con respecto a 2007 es del 1.500%, ya que fueron 350 tratamientos en Valencia, un 1000% en los últimos diez años. «La edad media de las mujeres que deciden preservar su fertilidad en IVI es de alrededor de 35,5 años».
Otro de las grandes revoluciones de IVI, marcando el paso de la investigación a nivel mundial, ha sido el incremento de la eficacia del proceso. «Si en los años noventa eran necesarios entre cinco y seis tratamientos para logral el éxito, en 2025 el número de intentos reduce a dos. Y nuestro objetivo es ser más efectivos», asegura Ernesto Bosch, director de la clínica IVI en Valencia. Y ha ofrecido varios datos que avalan estos avances: en el año 90, cuando se fundó IVI, la tasa de éxito de las fecundaciones in vitro era del 19%. «Ahora es del 70%, pero todavía hay un 30% de mujeres que no lo consiguen y hay que seguir investigando».
Han hablado además de cómo la Inteligencia Artificial comienza a estar presente en los procesos, desde elegir el embrión gracias al uso de la IA para procesar imágenes embrionarias a analizar la calidad de los óvulos. O a explorar la posibilidad de realizar pronósticos reproductivos que permitirá conocer las posibilidades de embarazo futuros. «Vamos a disminuir la práctica de ensayo error y a simplificar los flujos de trabajo para hacer más fácil la vida de las pacientes», asegura Bosch, que también anunció que otro de sus objetivos es que sea más asequible. «En los años noventa un tratamiento costaba 3,5 salarios medios, ahora es de 2,5 y el número de intentos se ha reducido de cinco o seis a dos». Otro de los avances es que apenas existen embarazos gemelares (por debajo del 3%): «Hemos llegado a tener un 30%».
El grupo IVI RMA tiene 74 clínicas distribuidas en nueve países, que lo han convertido en líder mundial de reproducción asistida. De ellas, 31 están ubicadas en España. Sin embargo, es Valencia la clínica en la que una tercera parte de los pacientes proceden de otros países, principalmente Portugal, Francia o Alemania. En los últimos años se ha visto incrementada además la cifra de mujeres estadounidenses que prefieren tratarse en Valencia. «El motivo es el precio», asegura Remohí, ya que un proceso de fertilidad puede costar en Estados Unidos tres veces más. En este sentido, Bosch se ha alegrado además que gracias al IVI hay parejas que conocen la ciudad y deciden establecer su residencia en Valencia.
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