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Los premiados, tras recoger el trofeo. JESÚS SIGNES

Así fue la gala que premió a seis jóvenes emergentes que marcan el paso en Valencia

Los valencianos Paula Púa, Sheila Martínez, Ana Climent, Fran Villalba y Alfonso Saura y Ángela Gómez reciben un reconocimiento por haber logrado el éxito en el mundo de la comunicación, el boxeo, la agricultura, la tecnología o la moda

Domingo, 7 de julio 2024, 00:56

Julio Verne se escapó de casa cuando tenía sólo once años porque quería comprarle un collar de perlas a su prima, del que estaba enamorado. Wolfgang Amadeus Mozart había compuesto a los diez años su primera ópera, mientras que 'El picador amarillo' es una obra que Pablo Picasso pintó cuando sólo tenía ocho. Y aunque Julio Verne no escribió 'Viaje al centro de la Tierra' hasta los 36, está claro que había en aquel niño un espíritu emprendedor y aventurero que luego fermentó en los libros. Son historias de personalidades muy conocidas que fueron precoces, y que Jesús Trelis, director de LAS PROVINCIAS, mencionó en su discurso para dejar claro que no son los únicos, que hay muchos jóvenes valencianos, como los que estaban en primera fila escuchando aquellas palabras, que están despuntando, y que desde las páginas del periódico se quiere poner en valor. Esta es la tercera edición de Emergentes, y tres años después los primeros (y los segundos), siguen dando titulares y sirviendo de inspiración a otros.

En 2022 LAS PROVINCIAS puso en marcha esta iniciativa, justo el año en que mirábamos hacia adelante. En el que poníamos el foco en lo que estaba por venir con el proyecto Somos Futuro. De aquella propuesta surgió la idea de premiar a los jóvenes que apuntaban maneras para brillar en los próximos años, pero la realidad es que todos los que han sido premiados en estas tres ediciones son presente. Un presente muy real.

En aquella primera edición, los galardonados fueron los jóvenes detrás de Estudio Savage, Adrián Salvador y Lucas Zaragosí, que han sido además líderes e inspiradores en el mundo del diseño, la escritora Alice Kellen, que vende millones de ejemplares de sus novelas, la investigadora, astrofísica y matemática Rebecca Azulay, que se convirtió en la mujer que había vislumbrado el espacio más lejos que nadie, la pilotari Victoria Díez, que ha revolucionado los trinquets, y los fundadores de Zeleros, Juan Vicén, David Pistoni y Daniel Orient, la compañía que se ha aliado con los más grandes para ir más rápido que nadie. Un año después se reconoció a la emprendedora de la 'Coca-cola' valenciana, Lucía Mompó, la influencer y maquilladora Nuria Adraos, Roberto Mohedano, Aitor Carratalá y Diego Soliveres, de la firma de zapatillas Timpers, Raúl Torres y Raúl Verdú, de PLD Space, la única compañía europea de capital privado que ha podido surcar el espacio con un cohete, y las pilotos Marta García y Nerea Martí. En estos años desde que fueron premiados han continuado en un camino en el que siempre se avanza, con aciertos y errores, convertidos en reflejo donde mirarse para otros que llegan después, para demostrar que se puede. Ninguno, sin embargo, lo ha tenido fácil, y detrás del éxito hay esfuerzo, perseverancia, disciplina. «¿Cuántas veces has dicho: 'no valgo, lo dejo'?», le pregunta la cómica Paula Púa a la boxeadora Sheila Martínez tras el evento. Porque aunque vienen de entornos diferentes, aunque se han movido en mundos completamente distintos, comparten las mismas inseguridades. «Nos hemos dado cuenta de que, sin conocernos, hablamos el mismo idioma», explica Paula Púa.

Charlan también de propósitos, de marcarse un objetivo. El de Sheila siempre ha sido convertirse en campeona del mundo de boxeo profesional. El de Ana Climent, recuperar variedades de cacahuete que ya no se cultivaban en Valencia. El de Fran Villalba, la búsqueda de un sueño, que primero buscó en California y meses después se dio cuenta de que en realidad lo tenía muy cerca de casa. O el de crear una firma de moda sostenible viniendo del mundo de la ingeniería, como Ángela Gómez y Alfonso Saura. El de ganarse la vida haciendo reír a los demás, como Paula Púa, aunque ella lo disfrace de ironía diciendo que trabaja para pagar la cuota de autónomo...

También es un camino lleno de renuncias. Las de Sheila, campeona de Europa de boxeo. «Vivo como una monja», aseguraba a LAS PROVINCIAS. Porque la deportista se levanta a las cinco de la mañana para poder compaginar el entrenamiento y su trabajo de ocho horas diarias como vigilante de seguridad en un camping. Porque renuncia a su vida social para poder prepararse para ese objetivo. Hay sacrificios en Ana Climent, porque también ella ha tenido que sacar horas de su tiempo libre -se dedica al marketing digital- para agachar el lomo junto a su padre y poder hacer realidad la marca Ca Climent, con la que recuperan variedades de cacahuete en peligro de extinción. O en Fran Villalba, que aseguraba haber cometido todos los errores posibles durante su corta trayectoria al frente de una startup, Internxt, que se ha convertido en una joya muy codiciada en el complicado mundo de las startups tecnológicas. También en Ángela Gómez y Alfonso Saura, porque se encontraron con muchas personas que les decían que no había futuro por el camino que habían emprendido: crear ropa sostenible, local, de calidad.

Hay muchos 'noes' en el recorrido, pero si coinciden todos en algo es que han tenido personas que les han apoyado. Contaba en su discurso Fran Villalba cómo su padre, médico de profesión, enseña orgulloso a sus compañeros del Hospital General los recortes de periódico en los que sale su hijo. Quizás también enseñe este suplemento. Minutos más tarde, Ana Climent se emocionaba al mirar hacia la zona del público donde se sentaba su familia, que tanto la han ayudado en su objetivo de crear una marca de cacau del collaret. Incluso Sheila Martínez, que aunque reconocía que su infancia no había sido fácil, que incluso tuvo que vivir en la calle, se encontró con dos personas que han estado incondicionalmente a su lado: su entrenador, Jesús Labrador 'Chule', y Sito, un amigo que lo ha demostrado hasta en sus peores momentos.

Hay también una conciencia en cada una de las personas que han sido premiadas por LAS PROVINCIAS, porque estos jóvenes han llegado con el objetivo de mejorar esta sociedad. Empezando por Fran Villalba, que creó Internxt porque creía que así podía ayudar a muchas personas que buscan privacidad en las redes. También en los chicos de Clotsy Brand, porque el sueño de Ángela siempre fue contribuir a crear un planeta mejor donde vivir y que el futuro de nuestros hijos sea más halagüeño. O en Ana Climent, porque la producción local permite asimismo crear un mundo más sostenible. Ella, que se dedica al marketing y la comunicación con propósito en Barana. ¿Y quién duda de que Paula Púa no es generadora de felicidad? Incluso en Sheila Martínez hay un propósito, porque ella sabe hasta qué punto el boxeo le ha salvado la vida, y ya tiene el título de entrenadora para que en un futuro ese sea su objetivo, ayudar a otros a lograr el éxito y quizás, como le ha pasado a ella, poder salvarles la vida a través del deporte.

Jesús Trelis le recordaba a María José Catalá cómo este acto, el de los premios Emergentes, se convirtió en uno de los primeros a los que acudió la recién elegida alcaldesa el pasado año, que además estaba de posparto tras nacer su segundo hijo. «Nunca olvidaré aquel día», le respondía desde el escenario Catalá, que se dio cuenta entonces del empeño de LAS PROVINCIAS en sacar a la luz el verdadero potencial de la Comunitat.

En su discurso recordó a personajes que han cambiado el mundo, como Einstein o Steve Jobs. «Si quieres resultados diferentes, haz algo diferente. Sin miedo a que no salga a la primera». Porque «detrás del joven que fue capaz de mirar a los ojos a Google o Microsoft está Fran; detrás de una frase ingeniosa capaz de arrancarnos una carcajada sincera o de emocionarnos, está Paula; detrás de una vitrina llena de trofeos, cuyo brillo esconde horas y horas de esfuerzo, de rozar la lona y volver a levantarse más fuerte, está Sheila; detrás de una prenda de ropa de las que podemos llevar cualquiera de nosotros, está el compromiso de Ángela y de Alfonso de contribuir a un planeta mejor y más cuidado. Y quien sabe si el 'esmorsaret' que podemos disfrutar un día cualquiera es gracias a que Ana se ha propuesto no dejar perder, a pesar de la competencia, dos especies de cacahuete de esencia valenciana, el 'collaret' y la 'cacaua'», aseguraba Catalá.

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