Los detalles de la boda más valenciana de los Flores

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Paty Sánchez-Flores y Javier Millet, que llevan juntos siete años, ya salieron con sus familias en la revista Hola con motivo de la pedida de mano el pasado mes de marzo, y donde no desveló demasiados detalles de cómo va a ser su enlace, más allá del lugar de la ceremonia y que su padre la acompañará al altar. Sí se conoce su vinculación con la Marina, ya que Paty ha veraneado toda su vida en Moraira, y ahora han elegido Xàbia para la ceremonia religiosa, mientras que la celebración posterior será en Casa Santonja, en Beniarbeig.

No son los únicos novios que pasarán por el altar en una temporada de bodas que ya ha dejado momentos estelares, como el enlace de Paloma Hernández y Marcos Vidal, la primera boda religiosa en el Huerto de San Vicente. Paloma, 'wedding planner' y muy conocida en redes sociales por compartir contenido de bodas, llevaba un vestido de Edgar Molina, un diseñador que está sonando fuerte entre las novias, y que ya vistió el pasado año a Carmen Sancho de Rosa, hija de la presidenta del Ateneo, Carmen de Rosa, y fallera mayor de Valencia en 2004.

Las pedidas de mano, como la de Paty, se han convertido en uno de los eventos que se ha sumado a prebodas y eventos varios que se celebran alrededor del enlace propiamente dicho. María Valero se comprometió con el empresario Miguel Teus en casa de los padres del novio en Madrid unos días antes de su casamiento en Casa Benigalip. Y, como la de Paty, es una excusa para reunirse la familia más cercana, y en algunos casos conocerse. La hija de Quique Sánchez Flores se guardaba una sorpresa para ese día, ya que adaptó el cuerpo que llevó su madre el día de su boda para lucirlo en la pedida.