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La vida social valenciana intenta recuperar el glamur de épocas pasadas, pero no termina de conseguirlo. Hay intentos, sí, fiestas donde te indican que hay ... que vestir de etiqueta, pero luego ves a señores con traje y pajarita junto a otros que han venido directamente de la oficina, con sahariana y vaqueros y piensas: uf, a esto todavía le falta mucho. Más allá del despiste, hay un cierto pudor a vestirse de gala o hacer ostentación de lujo. Es como si hubiéramos perdido la capacidad de frivolizar, que al final no deja de ser un síntoma de bienestar. La frivolidad es un lujo que suelen permitirse quienes gozan de cierta estabilidad económica y emocional. Y Valencia parece que no termina de alcanzarla o de asumir que la ha alcanzado.
Otros, como la inmobiliaria Keller Williams Luxury, son más optimistas y creen que Valencia ha dejado de ser la eterna promesa para convertirse en la Florida europea y que estamos viviendo un momento de expansión sin precedentes. «Es un destino cada vez más codiciado por compradores de alto poder adquisitivo que buscan exclusividad, confort y oportunidades de inversión». Para celebrar su desembarco en Valencia, la firma organizó una fiesta en sus oficinas, en un enorme bajo en la calle Lebón. Hubo música clásica con velas, sorteo de un fin de semana conduciendo un Mercedes de lujo y una lista de invitados VIP como María Colonques o los notarios Ricardo Monllor y Alfonso Pascual, mujeres tan estilosas como Paloma del Portillo, Ana Gómez-Ygual de Lluesma, Begoña Puigmoltó, Lucía del Portillo, Victoria Aznar, Salomé Corell o Patricia Bonilla, que fue con su marido, Alfonso Roig. También estuvo Socorro Maldonado -me declaro fan absoluta de esta mujer, ¡qué elegancia tan natural!- y Elena Ravello, recién llegada de la presentación del perfume Eight&Bob en Milán. Como anfitriones, el fundador de la inmobiliaria, Carlos Villena, su hija Piedad Villena, directora de Keller Williams; su marido, David Sanchis, director de Keller Williams Commercial y Enrique de Álzaga, director de Keller Williams Luxury. ¡Más invitados! La economista Marta Alcalá, Pascual Merita, los abogados David Donnay y Patricia Corbí, los odontólogos Arturo Llobell Cortell -que llegó a la fiesta en un Mercedes Pagoda de época-, Alba Monreal y David Peñarroja, Juan Miguel Millet, José de Miguel, el farmacéutico Andrés Benet, Carlos Guinot Moya, Manuel Rosalén, la abogada Carmela Villena y el notario Pablo Gómez-Clavería, Cristina García Ortega, Carlos Gallego y muchos interioristas, como los hermanos Rosa y Agustín Buraglia, Fernando Ferrán de Álzaga, Jose Carlos Élipe y Vicente Andreu.
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Desde Valencia– Elite Excellence,cuyo delegado es Alberto Aibar y que forma parte de la Federación Española del Lujo, presidida por Sandra Andújar, también creen en el retorno del lujo a Valencia. La semana pasada organizaron su primer evento con la presentación de Stonelluxe, especializada en superficies de piedra natural de alta gama. «Decidimos venir a Valencia por el crecimiento que está experimentando y la necesidad de nuevos productos en el sector. Nuestro objetivo es colaborar con arquitectos e interioristas en proyectos de alta gama», contó Angelica Gurel, cofundadora de la firma junto a Gurkan Gurel. A la fiesta fueron Mayrén Beneyto y la presidenta del Ateneo, Carmen de Rosa, la concejal Paula Llobet y el director de la MFW Sergio Puig.
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