Bodas que se alargan varios días, la última tendencia nupcial
Los enlaces se han ido alargando en el tiempo en los últimos años y ya el 70% de los casamientos duran dos o más días, comenzando por la preboda, un cóctel el día anterior al enlace o un brunch posterior. Y Valencia está entre las ciudades preferidas para celebrarlo
El amor está en el aire. La temporada de bodas ha empezado y cada año surgen novedades y tendencias que incorporan muchos novios, en algunos ... casos para adaptarse a las características del propio enlace y, en otros, con el fin de sumarse a la corriente del momento. La preboda recoge varios eventos previos al enlace que pueden integrar una sesión de fotos romántica de los novios que tiene lugar unas semanas antes, las pruebas de maquillaje y peinado, las del menú, que suelen compartirse con familia o amigos cercanos, y el cóctel, la cena o fiesta la noche anterior a la ceremonia, que cada vez tiene mayor acogida entre los novios.
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Para entender los motivos, detalles y magnitud del fenómeno que se ha ido produciendo sobre todo después de la pandemia, he decidido consultar a tres profesionales destacados con amplia experiencia en el sector nupcial, Teresa Noguera, responsable del área de eventos del hotel Only You de Valencia, con más de treinta años de experiencia, Alfonso Calza, especialista en fotografía de bodas y arquitectura, y Ángela Cócera, directora de eventos particulares y espacios de boda en Gourmet Catering & Eventos.
Los números confirman la tendencia. Según el Informe del Sector Nupcial 2025 de Bodas.net, alrededor del 70% de los casamientos en España se prolongan durante dos o más días al incorporar eventos complementarios como el cóctel del día anterior o el brunch del día siguiente. El concepto 'Endless Weddings' o bodas sin fin cada vez va ganando más terreno. Las celebraciones que se extienden durante varios días pueden incluir actividades como distintas fiestas temáticas, experiencias gastronómicas o tours para los invitados que se hayan desplazado desde otros lugares.
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En enlaces pequeños (alrededor de cincuenta invitados), es habitual que el número de asistentes a la preboda sea similar a los del evento nupcial. En cambio, en bodas más grandes, (unos 200 invitados), el prólogo suele ser más íntimo y reducirse a familiares y amigos cercanos. «Cuando el enlace es sábado, alrededor del 70% de bodas ya incluyen la preboda, una celebración similar a la 'babyshower' (un evento con motivo del próximo nacimiento de un bebé en la familia) y que se ha extendido en los últimos diez años. Suelen ser tipo cóctel y normalmente con gente que viene de fuera, que son unos cincuenta más los treinta o cuarenta amigos mas cercanos de aquí. Se suele hacer en Valencia capital para facilitar que los novios se retiren cuando quieran y los amigos continúen si les apetece», detalla Ángela Cócera, de Gourmet Catering & Eventos.
Tal y como explica Teresa Noguera, de Only You, cada vez hay más peticiones de mujeres españolas que se casan con extranjeros y también mucha boda internacional en la que dos extranjeros vienen a Valencia para casarse porque les encanta la ciudad. «En esto el plan Erasmus ha ayudado mucho; viene mucha gente de fuera y algunos no se conocen, es un poco frío ir directamente ir a la boda. El cóctel viene a durar unas dos o tres horas y la idea es que se conozcan todos. Normalmente los novios quieren la terraza y suelen ser viernes tarde-noche si la boda es el sábado. Les encanta el momento de la puesta de sol», añade.
El papel de la gastronomía
La preboda también tiene sus propios códigos gastronómicos, pues se trata de ofrecer a los invitados una experiencia de nivel, pero sin eclipsar el menú nupcial. Lo habitual son los cócteles basados en aperitivos que integren recetas locales con algunas propuestas internacionales que hagan un guiño a los orígenes de los cónyuges en el caso de que sean extranjeros. «Nos piden mucho el pepito de calamar con mayonesa de lima o la mini hamburguesa de alcachofa, ya que cada ve hay más invitados vegetarianos. La croqueta nunca falla, así como la terrina de foie o el macaron de Almussafes. Se le da mucha importancia a la bebida y a los aperitivos pequeños», detalla Ángela Cócera, habituada a organizar este tipo de cócteles en el restaurante Contrapunto Les Arts, ubicado en el exterior del Palau de les Arts.
Lo habitual es que los novios no quieran repetir espacio y organicen la preboda en Valencia y la boda en alguna de las masías ubicadas en el campo. Cuando se trata de bodas de extranjeros la misma convivencia de los invitados en el hotel durante el fin de semana da lugar a momentos muy especiales. «Tuvimos una boda de unas setenta personas que todas eran todos de fuera. Hubo mucha convivencia, desayunaban todos juntos, fue muy divertido. Alucinaban con el tiempo, con la temperatura, la coctelería, o la floristería, que les da mucho juego. En otra boda en la que los dos eran suizos la novia trajo el vestido en coche y se vistió en un salón con sus amigas», relata Teresa Noguera.
Sesión para dos
Alfonso Calza es uno de los nombres más buscados por los novios que buscan un reportaje fotográfico con un toque personal. La preboda en su caso puede significar dos cosas: una sesión de fotos en pareja semanas antes de la boda o las fotos que se realizan durante la fiesta de preboda. «En ese evento hay mucha ilusión, es un ambiente más desenfadado y hay menos protocolo, los novios están más liberados. Las sesiones de fotos en pareja previas al enlace es algo que hago desde el principio, diría que un 30% de las bodas. Lo que sí que ha aumentado considerablemente son las fiestas de preboda», confirma.
Uno de sus entornos favoritos para llevar a cabo estas sesiones es el Saler. Allí puede disponer de distintas localizaciones, como el lago artificial que hay al lado de la Gola del Puchol, las dunas, la playa o un paseo de pequeños troncos. «Tengo identificados varios puntos muy especiales que no están nada vistos, es como el Port Aventura de las bodas, siempre ves a otros fotógrafos por allí. Normalmente las parejas no van vestidos de novios, escogen ropa bonita y se traen varios cambios», detalla.
En algunas ocasiones, también realiza sesiones de post boda, pero son pocas y casi siempre por motivos climáticos, cuando la boda es en noviembre y, al salir los novios de la iglesia ya es de noche. En ese caso los recién casados deciden vestirse de nuevo con luz de día natural y posar para las fotos. «En la boda sólo tienes unos diez minutos a los novios para ti, que es cuando termina el enlace. Ese tiempo se convierte en hora y media cuando es una sesión aparte».
Alfonso Calza explica que su labor como fotógrafo es muy distinta en cada uno de los eventos. «En las bodas se trata de un trabajo mucho más documental y yo no altero la acción, sino que me dedico a fotografiar lo que sucede». En el caso de la preboda su papel es protagónico. «Ahí yo creo la atmósfera, intervengo y genero un ambiente íntimo», concluye.
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