La boda soñada de Begoña Sendra y Raúl Sierra

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Tras darse el sí quiero, los novios se subieron a un Rolls Royce color crema del año 1936 y fueron a celebrarlo a la masía Mas de Alcedo, de Ribarroja, con un catering que corrió a cargo de Cocotte. Empezaron el cóctel en el patio porticado con música en directo a cargo del grupo 'Tremendo trío', mientras que la comida se celebró en el salón interior, decorado con flores pastel a cargo de la floristería Sayas de Sagunto, y a tono con el ramo de rosas que portaba la novia.

Después de bailar el tradicional vals nupcial -el elegido fue el Vals de las Flores, de 'El Cascanueces'- los novios sorprendieron a los invitados con una charanga (Xarandonga) que los trasladó al recinto de la fiesta, donde los invitados lo dieron todo, gracias a la animación de 'Gente de bien'. Había 'glitter bar', mesa de dulces, barra libre, resopón... «Fue un fiestón en toda regla», aseguraba el padre de la novia, el arquitecto Luis Sendra, que contaba cómo los novios llevan toda una vida juntos, ya que se conocieron hace más de diez años por un amigo en común. La novia lució unos pendientes de brillantes de su bisabuela, una herencia familiar que cada novia que pasa por el altar luce ese día. «Ya lo hizo su hermana Mar, que se casó el año pasado», recordaba Sendra, que fue decano del Colegio de Arquitectos de la Comunitat Valenciana. Begoña tiene otros dos hermanos, Belén, su gemela, y Luis, el pequeño de los cuatro.