Teresa Rodríguez se centrará en un partido andalucista tras dejar la dirección de Podemos Andalucía

La decisión de Rodríguez de no presentarse a una tercera reelección al frente de Podemos se empezó a fraguar hace meses, casi al tiempo que la líder andaluza se dio cuenta de que el equipo de Pablo Iglesias no estaba por la labor de aceptar a Andalucía como una plataforma independiente, al estilo de 'En Comú Podem' o las mareas. En una multitudinaria rueda de prensa este jueves, reconoció que no había logrado ese objetivo de más autonomía por el que se esforzaron en los últimos tiempos. Y que la militancia tampoco compartía su rechazo a la alianza con el PSOE, por lo que lo mejor era dar un paso atrás y dar el relevo a un nuevo equipo en sintonía con la dirección federal.

Su futuro y el de su ejecutiva, dijo, pasa por centrarse en la marca Adelante Andalucía para convertirla en un sujeto político propio, más allá de la confluencia actual. Un partido, dijo, que concibe como la «una casa común» para todas las fuerzas a la izquierda del PSOE, y con sesgo no solo andalucista, sino también ecologista, feminista y de clase trabajadora en oposición a un Podemos que nació como una fuerza «muy madrileña, masculina y de clase media». «Creemos que sigue siendo oportuno ocupar esa orfandad de un sujeto que piense en Andalucía, o en el mundo desde Andalucía», proclamó, para atender así las necesidades específicas de la comunidad autónoma más poblada.

Pero más allá de esa renuncia a la reelección para un tercer mandato, y su apuesta por un partido andalucista, muchas son las incertidumbres que se abren a medio y largo plazo sobre el futuro de Podemos en Andalucía. Para empezar, Rodríguez no dejó claro si también abandonará el partido, recordando que se puede ser inscrito a título individual. «No hay una consigna para irse», apuntó, «pero nos aseguraremos de que quien se quede en mi equipo, se ponga a trabajar por Adelante Andalucía». No quiso pronunciarse sobre la posibilidad de que en un futuro, repita como candidata a la Presidencia de la Junta y compita con Podemos. Un escenario, el de la división de la izquierda, que reconoce que «no sería el deseable».

Será en mayo cuando empiece a verse cómo se gestionará esa relación con la nueva ejecutiva, en sintonía con Iglesias pero con postulados alejados en principio de los suyos, y su papel al frente del grupo parlamentario. Porque tanto Rodríguez como los suyos no están dispuestos a abandonar los 11 escaños logrados en diciembre de 2018 bajo el paraguas de Adelante Andalucía. Los otros 6 diputados del grupo corresponden a IU, con cuya actual dirección hay menos entendimiento. «Nos llevamos bien, pero regalarles esos escaños a IU me parecería un exceso», llegó a afirmar.

En la rueda de prensa, la todavía coordinadora de Podemos Andalucía reconoció que no había transmitido su decisión a su socio. La relación con IU en el seno de Adelante Andalucía será, pues, otra de las grandes incertidumbres que se ciernan sobre los planes de Rodríguez. Ambas formaciones tienen en el mismo peso a priori en la confluencia, pero el coordinador andaluz Toni Valero ya ha dejado claro que va más en la línea de los postulados de Iglesias.

Pablo Iglesias ha expresado su «máximo respeto» a la líder andaluza de su partido y referente de Anticapitalistas, Teresa Rodríguez, en su decisión de «emprender un camino autónomo como partido» y ha puesto en valor que la marcha haya sido pactada.

«Ya estamos prácticamente en proyectos políticos distintos que van a ser siempre fraternales. Los que combatimos la injusticia y defendemos la justicia social, aunque sea desde estrategias diferentes, estamos llamados a entendernos», ha señalado.

«Ojalá las cosas siempre se hubieran hecho así en la izquierda porque nos habría ido mejor a todos», ha dicho Iglesias en referencia a otras bajas en su partido que no han sido pactadas, como la del que fuera su exnúmero dos, Íñigo Errejón.