Santiago Abascal
Abascal se pronuncia sobre las relaciones de Vox con el PP ante la primera cita prevista en el nuevo ciclo electoral, las autonómicas en Castilla y León
No mira el reloj ni una sola vez durante la hora y media que dura el encuentro, a pesar del agobio de las diez personas ... que le acompañan en esta jornada segoviana. Santiago Abascal (Bilbao, 1976) se prepara para encadenar campañas en un nuevo ciclo electoral y Castilla y León será la primera. No se sabe quién irá en el cartel. Lo que es seguro es que él será el protagonista.
-Elecciones en marzo. Si se repite el mismo escenario, ¿volverían a pactar con Alfonso Fernández Mañueco?
-Nuestra pretensión es ganar a Alfonso Fernández Mañueco, tener una fuerza mucho más grande en Castilla y León y por supuesto que no gobierne la izquierda ni nada que se le parezca. Y Mañueco se parece a la izquierda, porque solo hace las políticas adecuadas cuando está Vox en el Gobierno. En cuanto Vox cierra la puerta, llaman al PSOE, a los sindicatos, y recuperan las políticas que han hecho siempre.
-En su grupo parlamentario hay quien sueña con poder decir al PP «con Mañueco no».
-Entiendo que algunos compañeros míos en Castilla y León han visto algunos desprecios de Mañueco y puedan tener esa idea, pero nosotros no solemos personalizar en política. Creemos que es una cuestión de ideas, de programas, de cambios políticos, y los ciudadanos emitirán el veredicto. Nosotros veremos cuál es nuestra fuerza y en función de esa fuerza veremos si tenemos que estar en primer lugar, metiendo a alguien en el Gobierno; o si estamos en segundo lugar, veremos en qué medida podemos presionar.
«El papel del pacto es lo importante. Y si lo ha arrugado Mañueco, igual tiene que plancharlo»
-Mañueco arrugó y tiró al suelo sus condiciones para un pacto. David Hierro dijo: 'Volveremos a desempolvar el gurruño'.
-Está muy bien, porque lo importante es el papel. Y si lo ha arrugado ese señor, pues igual es ese mismo el que tiene que desarrugarlo y plancharlo.
-En 2022 el resultado fue PP, 31-Vox, 13. Eso equivalió a una vicepresidencia, tres consejerías y la presidencia de las Cortes. ¿Esa cotización se mantiene o, si se da una suma igual, subiría?
-Desde luego nunca menos, pero sobre todo porque el PP nos ha demostrado que no es de fiar. Porque todos los presidentes regionales del PP engañaron a Vox sobre el reparto de inmigrantes ilegales. Todos dijeron a nuestros compañeros que no iban a aceptar ese reparto y, en cuanto fueron a la reunión con el Gobierno, todos firmaron. La orden de Feijóo fue clara, hizo imposible que pudieran cumplir el compromiso que tenían con nosotros. No tuvimos otra alternativa. Podíamos habernos quedado los gobiernos, pero a costa de engañar a quienes habían confiado en nosotros.
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-Algunos periodistas, en los corrillos de las Cortes, vaticinamos una repetición electoral en Castilla y León.
-¿Y cuál es vuestro argumento? Por la falta de comprensión sobre Vox, entiendo. Porque el PP piensa que Vox está obligado a recoger los votos y después regalárselos.
«No vamos a exigir una fuerza mayor que la que nos den las urnas, pero tampoco menor»
-La cuestión es que si se repite el mismo resultado, nadie garantiza que ese pacto vaya a salir. No se sabe qué táctica va a seguir Vox a la hora de exigir o si va a poner un listón tan alto que el PP no pueda aceptarlo.
-En Vox no hay táctica, somos muy previsibles. La táctica es la defensa de nuestros principios. Con mucha prudencia. Si nos dan 3 sobre 10, exigimos una cosa; si nos dan 4 sobre 10, otra. No vamos a ir con la recortada exigiendo una fuerza mayor que la que nos han dado los ciudadanos, pero desde luego nunca una menor.
-¿Son estos comicios una clave para el desarrollo de esa relación PP-Vox a futuro?
-Todos los comicios regionales son una clave para las nuevas mayorías en España, pero lo verdaderamente importante es no dar por hecho esa relación PP-Vox. Pensamos que hay una relación mucho más estable en estos momentos, institucional, de varias décadas, entre el PP y el PSOE. Gobiernan juntos en Bruselas, que es donde se deciden todas las políticas que nos afectan y las que más nos preocupan a nosotros. Luego, en el Congreso, se pelean, como si pensasen distinto. Esa es la gran estafa, sobre todo del PP, que hace como que no tiene nada que ver con esas políticas que aprueban en Europa. Sostengo que, si el señor Feijóo gana, va a intentar un pacto con el PSOE. Pero no es una suposición de Abascal. Es una afirmación de Feijóo en la anterior campaña electoral. Le ofreció varios pactos de Estado.
-Sin embargo, ustedes han pactado una ley de publicidad institucional con el PSOE en Castilla y León, contra la Junta.
-¿Hemos pactado o hemos votado en contra?
-Es una ley que han desarrollado conjuntamente con un diálogo para sacarla adelante. Cada uno por motivos diferentes. Lo que ha dado pie a que los populares les llamen a ustedes la pinza 'voxcialista'.
-La pinza no puede funcionar porque, cuando uno pone a Cándido Conde Pumpido de acuerdo con el PSOE, cualquier minucia en una ley regional o en un ayuntamiento no tiene impacto. Que los que están en la oposición puedan votar lo mismo porque el Gobierno compra publicidad institucional en los medios, entra dentro de lo previsible.
-Hemos visto a ex de ambos partidos, desde Espinosa de los Monteros a Mayor Oreja, que piden ese entendimiento PP-Vox. No parece, por lo que dice, que esté calando ese mensaje.
-Pero se lo piden a Feijóo, entiendo, para que rompa cualquier veleidad con el PSOE. Porque si se lo piden a Vox es sorprendente. Desde que Vox dejó los gobiernos, la suma PP-Vox ha aumentado en 6 puntos.
-Les beneficia a ustedes.
-Ese es el problema que tienen algunos. Cuando Vox era chantajeado por el PP en los gobiernos regionales, la suma era del 44-45%. Hoy es del 50-51%.
«Vox necesita depurarse de personas que piensan en sí mismas»
-En Castilla y León han sufrido ustedes bajas (Javier Teira y Ana Rosa Hernando en las Cortes, Sonia Lalanda en el Ayuntamiento de Palencia, concejales en algunos municipios de Salamanca y Burgos). ¿Cómo valoran estas crisis internas, todas estas disidencias?
-Pues naturales, normales en la vida de las organizaciones hechas por seres humanos, y muy positivas para Vox, porque Vox necesita depurarse de personas que no lo tienen claro, que piensan en sí mismas, que no comparten el programa de Vox. Y Vox necesita mostrar a los españoles que, por encima de todo, está el proyecto político. Y que Vox no sufre cuando se va una persona, por muy relevante que sea.
-Eso pensaban Podemos y Ciudadanos cuando empezaron a sufrir esas crisis internas.
-No admito la comparación. Más que nada porque, cuando a ellos les ocurrió esto, descendieron inmediatamente. A nosotros nos ha hecho crecer. Vox representa una realidad de la sociedad española. Podemos tenía que fracasar en algún momento. Entre otras cosas porque no son una fuerza política nacional y rechazan lo principal que debería defender un partido político, que es la fuerza de España como nación. Y si eres una simple moda naranja, pues la moda pasa. Pero es que Vox representa una corriente que está en la sociedad española y en todo el mundo en estos momentos.
-Hay que ir a las elecciones con una 'carita' en la papeleta. En Castilla y León, ¿será Carlos Pollán o será David Hierro?
-Pues son dos personas excelentes, buenos amigos, ambos representan el proyecto de Vox perfectamente y lo decidiremos cuando sean convocadas. Entre otras cosas para demostrar que nosotros damos importancia al proyecto por encima de quien sea la persona que lo represente.
-¿Y esta vez de verdad quieren gobernar? ¿O lo van a dejar otra vez al primer encontronazo?
-No, no. Nosotros siempre queremos gobernar. Pero lo que queremos es que los gobiernos de los que formamos parte realmente sirvan para cambiar cosas. En Castilla y León estábamos lográndolo. Por supuesto, todo estaba muy lejos de lo que nos gustaría a nosotros. Pero cuando uno tiene que llegar a pactos con otros... El avance que hemos podido hacer es más leve.
-Dice que lo estaban logrando, pero en dos años de Gobierno en Castilla y León, ni ley de concordia, ni protocolo antiaborto. Todo lo más, el ruido con los sindicatos, que finalmente también quedó desmontado. Ese cambio que han intentado proponer no ha llegado a producirse.
-Pero eso tiene que ver con las dificultades que pone el PP para el cumplimiento de los pactos. El PP firma y lo que quiere es obtener una investidura. Y a la hora de la verdad todo son zancadillas. El engaño y la estafa con el reparto de inmigrantes ilegales fue la gota que colmó el vaso.
-Los dos años anteriores, con Vox en el Gobierno, se había acogido a los mismos menores en Castilla y León. Le echa en cara el PP que fue por tacticismo.
-No, no, por tacticismo no, porque era una decisión nacional, porque entraban cada vez más y porque dijimos que no eran 40, sino que acabarían siendo 400 y 4.000, y lo estamos viendo. Ha llegado el colapso y ha llegado solo un año después de que Vox lo denunciara. Dicen que somos nuevos, que no tenemos capacidad de gestión. Es verdad. Hay otros que tienen mucha capacidad de gestión, pero no son capaces de impedir inundaciones, ni de apagar incendios, ni de evitar que se propague el cáncer de mama entre las mujeres por los errores de cribado.
-Sin embargo, no rompieron los ayuntamientos. No dejaron la Presidencia de las Cortes.
-No tenemos ningún motivo para dejar las presidencias de los parlamentos, que no tiene nada que ver con los acuerdos de gobierno. Y en los ayuntamientos ya dijimos que no entraban dentro de ese debate, pero es posible que acabe pasando lo mismo. Ayuntamiento a ayuntamiento sé que tenemos fuertes discrepancias, tanto en lo que tiene que ver con el ámbito de la cultura, los servicios sociales, como lo que tiene que ver también con las bajas emisiones en Valladolid, donde espero que esas multas que se han puesto sean retiradas. Y si no, nosotros tendremos que valorar otras alternativas.
«La solución no es traer gente que no tiene nada que ver con nuestra manera de vivir»
-El discurso antiinmigración de Vox choca con una realidad incontestable en Castilla y León, el invierno demográfico.
-Lo que entra en colisión con los intereses de los españoles son las políticas del bipartidismo, que han llevado a los españoles a unos salarios incompatibles con el acceso a la vivienda, fundamentalmente. Incompatibles con tener una familia, tener hijos, poder criarlos y vivir dignamente. La solución no es traer gente que en muchos casos no tiene nada que ver con nuestra historia, cultura y manera de vivir.
«Hay que retirar muchas nacionalidades que son fraudulentas»
-Su ex vicepresidente, Juan García-Gallardo, comentaba una entrevista a la fiscal de menores de Valladolid en la que explicaba que en las bandas latinas muchos miembros eran de naturalidad española. Y escribió Gallardo: «Me da igual que hayan nacido en España, o hablen español, hay que deportarlos». ¿Qué le parece eso?
-Habría que analizar concretamente cuándo se concede esa nacionalidad, si es nacionalidad de origen, pero yo creo que hay que retirar muchas nacionalidades, que son fraudulentas, que se han obtenido sin renunciar a la nacionalidad anterior. Hay que retirar muchas nacionalidades de los que delinquen. Efectivamente, los hijos de los que se nacionalizaron y ahora delinquen, eso incorpora una dificultad jurídica que yo no soy capaz de responder en este momento.
-El año que viene hay Mundial de fútbol. ¿Qué le parece a una selección española que tenga atrás a Laporte, Le Normand y Huijsen y en ataque a Lamine Yamal, Nico Williams, Ansu Fati y Samu Omorodion?
-Bueno, me parece la anécdota del mundo en el que vivimos. Pero no soy muy futbolero. Pero sí digo una cosa, yo soy del Real Madrid. Y es verdad que a mí me gustaba más cuando los chavales de la cantera tenían posibilidades. Se han convertido los clubes de fútbol en multinacionales y algunos eso lo vemos ya con un poco menos de ilusión. Quizá también porque hemos madurado y no vivimos las cosas futbolísticas con la pasión de nuestra adolescencia.
-Pero en Castilla y León tampoco los españoles van a vivir al medio rural. Tenemos aulas abiertas con tres alumnos.
-Eso es dramático y eso hay que resolverlo. Pero hay que intentar que sean los españoles los que vengan aquí. Eso no se resuelve con la inmigración ilegal. Algunos han encontrado la varita mágica falsa de la inmigración ilegal para resolverlo todo. Y es falso, porque acaban llegando muchos inmigrantes ilegales, algunos que se legalizan, que acaban viviendo de las ayudas sociales. Queeremos que los que nos escuchan sepan que nuestra receta es apostar por los españoles, por la vivienda pública y por la promoción de la vivienda privada para abaratar de una forma drástica el precio de la vivienda.
-Mucha de esta inmigración que está estableciéndose en los pueblos es legal. Y para tener ayudas primero hay que tener una residencia legal en España.
-No, no. Aquí se llega y sin más se tiene una ayuda. Se les aloja en un hotel al que no acceden muchos españoles ni de vacaciones. Pero también es que a los supuestos chavales que están en los centros de menores migrantes se les paga un dinero. Además de que son mantenidos. Nuestro planteamiento es muy claro: repatriación de todos los que entran ilegalmente, deportación de todos los inmigrantes ilegales que cometan delitos y reemigración de todos los inmigrantes legales que vivan de las ayudas sociales.
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