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Puig ganará el 28-A y le quitará diez escaños a Compromís y Podemos

El adelanto de las autonómicas permitirá reeditar el Botánico aunque también acerca un pacto PSPV-Cs. El elevado porcentaje de indecisos en el centroderecha, una de las incógnitas por despejar

JC. FERRIOL MOYA

Sábado, 30 de marzo 2019

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El pasado 4 de marzo Ximo Puig anunció la disolución de Les Corts y la convocatoria anticipada de elecciones autonómicas, para que coincidieran el próximo 28 de abril con las generales. El presidente de la Generalitat enojó a sus socios de Gobierno, Compromís, que entendieron que la maniobra del también líder de los socialistas valencianos pretendía aprovechar el tirón electoral del PSOE y, al mismo tiempo, recortaba las expectativas de voto de los nacionalistas.

El sondeo de GAD3 para LAS PROVINCIAS revela que la decisión del jefe del Consell confirma esas expectativas. Los socialistas valencianos ganarán las elecciones autonómicas y la izquierda mantendrá la mayoría en Les Corts y estará en disposición de reeditar el Pacto del Botánico. Eso sí, será después de que se produzca un significativo movimiento tectónico entre las fuerzas políticas, con un destacable crecimiento del PSPV a costa de la caída de Compromís y Podemos.

En el centro-derecha, el dato más destacado lo constituye la irrupción de Vox, que supera claramente el listón del 5% y obtendrá representación parlamentaria. Los escaños que logra la formación que lidera Santiago Abascal vienen a ser los que se deja por el camino el PP valenciano, mientras que Cs también logra una sensible mejora de su posición en Les Corts.

La izquierda suma siempre más de 50 diputados y el bloque conservador no llega

El detalle de los resultados del sondeo revela que el PSPV obtendrá un 28,8% de los votos y se disparará hasta los 33 escaños. El porcentaje de apoyos de los socialistas valencianos supera en 1,8 puntos el dato de apoyo al PSOE en las generales en la Comunitat, publicado la semana pasada por este diario. Un resultado así constituiría un espaldarazo determinante para el PSPV y para el liderazgo de Ximo Puig.

De hecho, el dato no deja de ser llamativo toda vez que, de confirmarse, sería el propio líder de los socialistas valencianos el que obtendría mayor respaldo que la marca PSOE, pese a que el adelanto electoral pretendía que el socialismo valenciano pudiera arrastrar hacia sí parte de las buenas expectativas de la formación que lidera Pedro Sánchez.

Efecto en la izquierda

Compromís pasa a ser cuarta fuerza política

Los socialistas ganan diez escaños respecto a 2015, que son prácticamente los que se dejan Compromís y Podemos. Para la formación de Mónica Oltra se cumplen las pésimas expectativas que le hicieron rechazar desde el primer minuto el adelanto de las autonómicas. La formación nacionalista se deja entre cinco y seis escaños y pasa a ser cuarta fuerza política, superada por socialistas y populares y adelantada también por Ciudadanos.

El resultado para Podemos no es mucho mejor, al dejarse entre seis y ocho escaños respecto a las autonómicas de hace cuatro años. La formación que lidera Pablo Iglesias sufre el efecto contrario que Compromís, si se compara con el sondeo de las elecciones generales publicado la semana pasada. Si en aquella encuesta era la formación que lidera Mónica Oltra la que se desmoronaba al perder tres de los cuatro escaños de que disfruta en el Congreso de los Diputados -mientras Podemos sí sostenía tres de sus cuatro-, en las autonómicas es Compromís el que logra resistir con un 14,4% de votos mientras la formación morada retrocede al 6,7%.

Las alternativas

El PSPV mira a la izquierda y de reojo a Cs

El retroceso de Compromís y Podemos queda compensado con el crecimiento del PSPV, de manera que la mayoría de izquierdas -de 55 escaños en la legislatura que acaba de concluir- volvería a superar los 50 escaños que marcan la mayoría absoluta. Teniendo en cuenta las horquillas de voto de los partidos, la suma de PSPV, Compromís y Podemos permitiría alcanzar entre 52 y 53 escaños.

Con todo, los resultados de la encuesta acercan un eventual acuerdo con otra variable. Los 33 escaños que lograría el PSPV, sumados a los 15 de Cs, alcanzarían los 48 diputados, a sólo dos de la mayoría absoluta. En el seno del socialismo valenciano conviven dos corrientes de opinión que difieren respecto a la conveniencia de pactar con la formación naranja en el caso de que los números hicieran posible esa fórmula. La negativa a un pacto de este tipo mostrada por parte del candidato de Cs a la presidencia de la Generalitat, Toni Cantó -en línea con el rechazo mostrado por Albert Rivera a entenderse con Pedro Sánchez-, podría verse alterado en función de los resultados del 28-A.

Para que fuera posible ese acuerdo, la suma de PSPV y Cs debería alcanzar los 50 escaños. Para ello, la formación naranja debería de combatir uno de los datos más llamativos que aparecen en el sondeo: el 23% de su electorado en las autonómicas de 2015 no tiene claro si volverá a apoyar a ese partido. El elevado porcentaje de indecisos afecta a Cs y también al PP valenciano -uno de cada cinco de sus votantes hace cuatro años no tiene claro si volverá a hacerlo-. Para el centro-derecha, por tanto, la batalla por los indecisos se antoja definitiva para poder darle la vuelta a los sondeos y hacer posible un gobierno que reedite la fórmula andaluza.

Efecto en la derecha

Irrumpe Vox y tensión en el PP valenciano

Para el PP valenciano, la activación de sus propios votantes se antoja como definitiva para mejorar los resultados previstos en el sondeo. El porcentaje de voto en la encuesta de las generales, un 23%, sería incluso superior al que se obtendría en las autonómicas, un 22,4%, cuatro puntos menos que en las últimas autonómicas. Para la dirección que encabeza Isabel Bonig, y a pesar de que el sondeo de la semana pasada anticipaba una mayoría para el centro-derecha (18 diputados nacionales para la suma de PP; Cs y Vox, frente a los 14 de PSPV, Compromís y Podemos), el resultado del sondeo, si se confirmara ese porcentaje, abriría una situación delicada: sin opciones de alcanzar la presidencia de la Generalitat y con un porcentaje de apoyos inferior al pronosticado en las generales en la Comunitat para su partido.

Para el liderazgo de Bonig, un resultado peor que el que obtenga Pablo Casado en las generales puede dibujar un horizonte comprometido. La dirección nacional del PP no se ha preocupado de disimular que su relación con la cúpula de los populares de la Comunitat dista mucho de ser la idónea.

La caída del PP contrasta con la irrupción de Vox. La formación de derecha populista logrará entre 7 y 8 escaños y un porcentaje de voto del 7,1%, inferior al 12% que la encuesta de las generales otorgaba hace una semana al partido de Abascal en la Comunitat. No obstante, también cabe la posibilidad de que la formación haya comenzado a sufrir un cierto freno en sus expectativas, vinculado a la polémica generada en torno a las declaraciones de algunos de sus líderes.

La suma del bloque de derechas arroja una horquilla de entre 46 y 47 escaños, y un porcentaje de votos en el entorno del 44%. El del bloque de izquierdas roza el 50% de votos.

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