Puente escolar en Les Corts

Puertas cerradas y luces apagadas. Ese era el panorama que imperaba en las tres plantas de las oficinas de los grupos parlamentarios, las más funcionales, por donde solo transitaban los ujieres y los guardias de seguridad. Las salas nobles, decoradas de manera decimonónica y en su día rehabilitadas por parte de los marqueses de Benicarló, permanecíeron también cerradas a cal y canto. El personal permanente de Les Corts sí acudió a trabajar: los del servicio económico, los informáticos, el Registro,,,

Entre los asesores (eventuales) y plantilla de los grupos parlamentarios, habas contadas. Un par de asesores del PP y PSPV mantenían abiertos sendos despachos. Allí también estaba la secretaria de Miguel Barrachina, el síndic de los populares. Y los dos diputados de Vox, además de varios de sus asesores adscritos a Presidencia de la Cámara. Y para de contar. Esto supone que, de las cerca de 200 personas que trabajan en la Cámara de manera eventual y por estar integrados en los grupos de los partidos políticos allí representados, el conjunto de los que hacían guardia presencial en las instalaciones del parlamento valenciano se podían contar ayer con los dedos de las manos.

El aspecto de Les Corts era el propio de la pandemia, cuando la Cámara mandó a todos sus trabajadores y a todos los parlamentarios a su casa. El teletrabajo se impuso y ahora, en el mejor de los casos si se quiere pensar bien, se disfruta de manera abrumadoramente mayoritaria por parte de los diputados. Afortunadamente, ayer no había comisiones que celebrar. Aunque en política nada suele ser por azar. O sea, que la Diosa Fortuna no tiene nada que ver con el vacío del calendario parlamentario de este jueves tan incómodo, en términos laborales. Que ayer no hubiera programada actividad alguna en la Cámara no obedece a más causa que la voluntad de los parlamentarios, que se autogobiernan en términos laborales.

La Mesa de Les Corts y la Junta de Síndics trabajan con eficacia probada para que, por ejemplo, los viernes no haya ni rastrode comisiones parlamentarias. ¿Casualidad? No es algo nuevo, algo de la actual legislatura. A pesar de las críticas cosechadas por la idea de la semana laboral de los cuatro días, impulsada en su momento por el nacionalista Enric Nomdedéu desde el Consell, o por Ribó desde el Ayuntamiento de Valencia, el viernes en blanco es una tradición en Les Corts que se ha mantenido esta legislatura, ya con Vox en la Presidencia de la Cámara y la derecha con mayoría. Ni comisiones los viernes, ni plenos parlamentarios las vísperas de festivos, ya sean fechas señaladas en Valencia, Castellón o Alicante. Con tales usos y costumbres, es totalmente lógico, por tanto, encontrar también vacíos los despachos de sus señorías en un puente oficioso.

Planta baja. 10.30 horas. Todas las puertas cerradas. Es el piso donde se encuentran los despachos de Compromís, un grupo al que le está costando arrancar en cuanto a iniciativas. Este verano, los socialistas sacaron pecho por su modo de liderar las propuestas parlamentarias como principal partido de la oposición. No obstante, ayer, en la primera planta de las oficinas, la que ocupa el PSPV, solo estaban abiertas las dependencias que ocupan los asesores, todos teletrabajando excepto uno, de cuerpo presente y único exponente del socialismo valenciano. 11.30 horas, sin novedad en el frente. Segunda planta, la que ocupa el PP, el grupo con mayor representación. Ninguno de los 40 diputados populares se dejó ver por los despachos. La voz de la secretaria de Barrachina se podía oír con claridad en buena parte de un edificio completamente en silencio. Uno de los asesores populares, presente y de guardia, se encargó de recibir el correo que un ujier le hizo llegar a lo largo de una jornada muy solitaria. Tercera planta, Llanos y Criado, los diputados de Vox. Y ni uno más.

Jornada tranquila para los ujieres y el personal de seguridad. Pasillos desiertos. A las 12.30 horas, en la cafetería solo se montaron la mitad de las mesas disponibles para posibles comensales. Ni siquiera está el personal de limpieza, una ausencia cargada de razones. Llevan tres meses sin ver una nómina.

Las señoras de la limpieza no cobran porque la empresa adjudicataria del servicio no les paga desde septiembre. El personal comunicó a Les Corts que ayer no acudiría ninguna por disponer de días libres y por no disponer de ánimo. Total, tampoco había nadie ensuciando. Y además, todo está reluciente en la Cámara. La limpieza es gratis y, en el caso de los diputados, el descanso es pagado mientras todo permanece limpio para sus ausentes señorías.