Llantos, cantos y ratas en el adiós a Les Corts

El diputado del PP Alfredo Castelló, uno de los más reconocidos por la bancada de la izquierda y por sus propios compañeros, pidió a todos que «tengan cuidado ahí fuera», parafraseando al sargento Esterhaus en la serie 'Canción triste de Hill Street'. Castelló pidió «moderación» y discernir entre lo importante y lo accesorio a la hora de enfrentarse a contrincantes políticos. Aplaudido por todos se fue Castelló, al que siguió la socialista Sabina Escrich, que secundó el mensaje de cordialidad de Castelló y, casi como ejemplo, le anunció que iban a aceptarle alguna de las enmiendas que había presentado. La más emocionada en la tribuna ha sido María Quiles, de Ciudadanos, que literalmente ha roto a llorar en un discurso de agradecimiento y reclamando que nadie olvide «la importancia de lo que se hace aquí», y ha reclamado «consenso».

David García, de Vox, ironizó considerando que la sesión parecía «un funeral a la americana, con risas y llantos». No obstante, García ha agradecido «lo mucho que he aprendido» a Jesús Pla (Compromís) y a Pedro Ruiz (PSPV), y una vez ha puesto en valor «haberle dado un baño a más de uno, alguno que nunca se lo había dado, me voy orgulloso por mi trabajo, el de un obrero de clase media». Esta última calificación provocó que el socialista José Muñoz se girase en la silla del escaño así como 25.000 veces. Estefanía Blanes, de Unides Podem, ha asegurado que ha sido «un gusto trabajar con ustedes», repartiendo agradecimientos a su izquierda y a su derecha.

El popular Nando Pastor ha reconocido que «hay hoy muy buen ambiente para aprobar una muy mala ley», al referirse a la de nueva norma sobre Participación. Pastor ha aprovechado para sacar pecho del lobby alcoiano en Les Corts, que ciertamente ha sido muy destacado e influyente. La socialista Mercedes Caballero, como Loquillo, ha reconocido que no vino aquí para hacer amigos «pero me he llevado a muchos de mi grupo y de otros. Gracias a los que me habéis aguantado». Fernando Mulas, dos meses como diputado, ha sido muy gráfico: «Hola y adiós». Aún lo pudo ser más Baixauli, que juró este miércoles el cargo para registrar la mayor brevedad de un diputado en mucho tiempo. La podemista Beatriz Gascó ha reconocido estar «más nerviosa que nunca pensando en lo que iba a decir para despedirme» en su intervención con motivo de la aprobación de la Ley de Despoblament. Y Gascó ha considerado que el tripartito «ha hecho una labor insuficiente», un tono autocrítico del que la podemista siempre ha hecho gala, y que se ha despedido cantando 'Malaguenya de Barxeta' y con lágrimas en los ojos, tras lo cual, Aguirre, de Vox, ha aclarado: «Por aclamación popular quiero anunciarles que no voy a cantar». Elisa Díaz, del PP de Alicante, que entró en Les Corts el 1 de abril de 2009, también ha llorado reseñando «la consideración que se ha tenido conmigo. Han sido muchos años. Me voy yo. Necesitaba un respiro, dejar de coger tanto coche y dedicarme a mi familia».

El mensaje más vitriólico ha sido el de Fernando Llopis, de Ciudadanos, quien ha recordado a los diputados de su partido: «Gracias a mis compañeros y a su labor, mientras otros trabajaban por hundir el barco y huían como ratas. Confío en que Roma no pague a traidores, porque los imperios sólidos no se construyen con miserables, que por cierto ahora mismo no están aquí, y no miro a nadie». Llopis hablaba mientras giraba la cara hacia la bancada del PP y hacia los escaños de los diputados no adscritos, cinco de ellos ex miembros de Ciudadanos.