El movimiento de Ordaz, una puerta al pacto con el PSPV en À Punt y la Mesa de Les Corts
La vacante que deja el periodista en el consejo de la televisión pública y la que podría producirse en el órgano rector del Parlamento puede contribuir a bajar el diapasón de una legislatura inflamada
La reconciliación casa mal con las anomalías. El producto que vende Pérez Llorca, el acuerdo, el diálogo y el consenso como bandera de su presidencia, ... se demuestra como el camino, andando. La composición de su Consell ofrece alguna pista de esa voluntad de llegar a acuerdos, si no con toda la oposición, sí al menos con el PSPV. Los nombramientos que se han conocido este miércoles en el Consell, y los que se conocerán en los próximos días en el segundo escalón, abren una puerta para acabar con algunas anomalías de esta legislatura. Una de ellas, la ausencia del PSPV del consejo de administración de la Corporación Audiovisual de la Comunitat Valenciana. Otra, la misma ausencia, pero de la Mesa de Les Corts.
Pérez Llorca ha ejecutado un movimiento con los anuncios del nuevo Consell que puede acercar a los socialistas valencianos al acuerdo. Y si no, dificultar la justificación del PSPV de Diana Morant para mantener esa anomalía. El president, además de anunciar los nuevos consellers, ha querido poner el acento en las nuevas secretarías autonómicas de Presidencia. Por un lado, Henar Molinero y Jacobo Navarro para guardar las llaves de la sala de máquinas del Palau, ambos con solvencia, experiencia y trayectoria probadas. Junto a ellos, al frente de Comunicación, Vicente Ordaz, periodista con décadas de experiencia y profesionalidad sobrada.
Ordaz deja el puesto que ocupaba al frente del… consejo de administración de À Punt, una silla eléctrica como él mismo ha podido comprobar en el periodo en el que ha ocupado ese puesto. Ordaz deja una vacante que habrá que cubrir, en un órgano de cuya composición PSPV y Compromís decidieron apartarse. Es una vacante, y por lo tanto, un puesto en el que la izquierda valenciana puede tener la posibilidad de incorporarse.
La izquierda decidió apartarse del proceso para elegir el consejo de administración de la TV valenciana
No tiene por qué ser el único. En las quinielas sobre la composición del nuevo Consell ha figurado con reiteración el nombre de Magda González, vicepresidenta segunda de la Mesa de Les Corts, incorporada a ese puesto tras la salida como diputada de Gabriela Bravo y que salió elegida con los votos de PP y Vox después de que los socialistas valencianos se negaran a negociar un acuerdo para la renovación y las vacantes de los entes estatutarios.
En la composición actual del órgano que dirige la actividad parlamentaria, compuesto por cinco miembros, el PP dispone de tres representantes, el PSPV no tiene ninguno pese a ser el segundo grupo parlamentario por tamaño, y tanto Compromís como Vox disponen de un miembro en ese órgano. Es otra «anomalía» como gusta de definirla el síndic de los socialistas José Muñoz, que al hilo de esas quinielas sobre el nuevo Consell aprovechó el nombre de González para emplazar a Pérez Llorca a resolver esa ausencia del PSPV de la Mesa. Hay un recurso presentado en los tribunales que ya ha sido admitido a trámite.
Pérez Llorca apela a la concordia, al diálogo y al acuerdo. Necesita bajar el diapasón de una legislatura que desde el 29 de octubre de 2024 ha roto cualquier cauce de normalidad y se ha instalado en el choque frontal. Dimitido Mazón, con un nuevo Consell y con un tono amable, el proceso requiere ahora de visibilizar esos acuerdos.
En la Mesa de Les Corts, es cierto, no hay por el momento ninguna vacante. Alfredo Castelló, vicepresidente primero, la citada Magda González y Víctor Soler componen la representación de los populares en ese órgano. No hay ninguna vacante, pero sí que hay margen para provocarlo, si cualquiera de los afectados es llamado a ocupar alguna responsabilidad en el Ejecutivo valenciano -está pendiente de nombrar la práctica totalidad del segundo escalón- y en su sector público.
Pérez Llorca dispone de esas dos vacantes con las que ofrecer un acuerdo. Claro está, la izquierda puede insistir en negarse a cualquier pacto que no pase porque Carlos Mazón deje su acta de diputado. Pero esa posición de máximos encajaría mal con mantener esa denuncia de una «anomalía» en órganos tan señalados.
El presidente busca acuerdos para navegar por la legislatura en aguas más calmadas. Pero no es fácil. Buscar acuerdos con unos implica no hacerlo con otros. Y pese a que el PSPV es obviamente el segundo grupo parlamentario más importante de la Cámara, el partido que le ha llevado a sacar adelante la investidura es el mismo que le pidió ir «con todo» contra Sánchez, y se llama Vox.
El protagonismo del PP de la ciudad de Valencia es bien visible. El del provincial no tanto
Es un equilibrio a mantener. El otro, menos visible pero igual de trascendente, afecta a PP valenciano. Pérez Llorca preside un Consell «más de Valencia», con una sala de máquinas de la capital (Molinero, Navarro y Ordaz) y con referencias afines a Catalá en el Consell como el nuevo vicepresidente segundo, José Díez, y la nueva titular de Educación, Mª del Carmen Ortí (casada con el director del IVF, Enrique Montes). Más Valencia en el Consell gusta en el PP que dirige la alcaldesa Catalá, y quizá algo menos en la dirección provincial que lidera Vicent Mompó. También tendrá que hacer la digestión del nuevo Consell el equipo saliente, aún cuando una de sus piezas clave, Cayetano García, se mantenga en el segundo escalón a las órdenes del nuevo conseller de Hacienda y Economía. Tomar decisiones para recuperar mayorías y acercar decisiones favorables es comprensible. Siempre, claro está, sin levantar más heridas de las que se intenta suturar.
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