Feijóo afea a Sánchez haber perdido «la dignidad» por «implorar» a Junts
El líder del PP se reserva la carta de la moción de censura y vuelve a exigir al presidente del Gobierno que convoque elecciones
Nada mueve a Junts, ni tampoco al PP. A pesar de que los gestos hacia el partido de Carles Puigdemont no han cesado en los ... último días, Alberto Núñez Feijóo se resiste a dar el primer paso para cortejar a los independentistas y conseguir los votos que le faltarían para descabalgar a Pedro Sánchez del Gobierno y convocar elecciones. El líder de la oposición se ha escudado hasta ahora en que no va a dar el paso sin contar con los apoyos suficientes porque insuflaría oxígeno al presidente, con ventilación asistida tras perder el apoyo parlamentario de los postconvergentes. «El tiempo me ha dado la razón. Llevamos un año hablando de una moción de censura y, visto lo visto, es evidente que hemos acertado no habiéndola presentado», corroboró este jueves a su salida de un acto en Toledo.
El PP se reserva esa carta en caso de que el PSOE sea imputado como persona jurídica por financiación ilegal, un movimiento que, insisten en la dirección, pondría a prueba la coherencia de los aliados de Sánchez. Desde Sumar hasta el PNV, pasando por ERC y Junts han marcado como línea roja para retirar su apoyo al Gobierno y exigir elecciones que se demuestre la existencia de una caja B en Ferraz. «Esa línea roja la marcaron ellos en público», recuerdan en la cúpula, reacios a levantar el teléfono para someterse al «chantaje» de los soberanistas.
Feijóo no está dispuesto a cruzar esa frontera. No lo hizo en 2023 cuando los siete votos de Junts le hubiese abierto de par en par las puertas de la Moncloa a diferencia de su rival, a quien acusa de «perder la dignidad» tras «implorar» a la formación independentista trasladándole que «se va a portar bien» y va a «cumplir» lo prometido. Sánchez anunció el martes un paquete de medidas para contentar a sus antiguos socios, algunas de las cuales se impulsaron minutos después en el Consejo de Ministros. «Ha perdido el control de la política española, ha perdido la credibilidad del conjunto de los ciudadanos de nuestro país y ahora está perdiendo la dignidad como presidente del Gobierno», criticó el jefe de la oposición, que volvió a reclamar la convocatoria anticipada de elecciones.
Un presidente «sumiso»
Los populares se muestran muy críticos contra lo que creen es un acto de «sumisión» del jefe del Ejecutivo para ganarse el favor de Junts y revertir la ruptura que escenficó el propio Puigdemont. «Ver a un presidente sumiso diciendo un día que cumplirá con compromisos para intentar contentar al señor Puigdemont y que además le den con la puerta en las narices... es entre vergonzoso y patético», afirmó, por su parte, la portavoz en el Congreso, Ester Muñoz.
Los postconvergentes, a través de su portavoz parlamentaria, Miriam Nogueras, dejaron claro que las cosas siguen en el mismo punto y que los gestos por parte del Ejecurivo siguen siendo insuficientes para revertir la situación. «La relación está rota», incidió la diputada catalana, al menos, hasta que el Gobierno pase de las promesas a los hechos y «cumplan sus acuerdos». Una «comedia sanchista» a ojos del primer partido de la oposición que sigue dejando en el tejado de Junts la posibilidad de desalojar a Sánchez de La Moncloa. «Es su decisión», reiteró Feijó.
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