24 direcciones generales manejan más presupuesto que toda Transparencia

La Conselleria de Transparencia fue una de las apuestas políticas del pacto del Botánico, que alumbró un nuevo departamento que trajo consigo una estructura completa para poder fiscalizar las buenas o malas prácticas del Ejecutivo desde dentro. El departamento que dirige Rosa Pérez Garijo, una de las dos áreas que forman parte de Unidas Podemos en el reparto de departamentos, contará en 2021 con un presupuesto de 57 millones de euros, 2,5 millones más de los que ya tuvo consignados este año. Una cantidad que la deja, no sólo como farolillo rojo, sino como la conselleria que menos ve incrementado su presupuesto en un año de bienes.

Sin embargo, a pesar de tener una estructura administrativa completa, con una consellera, una subsecretaría, dos secretarías autonómicas, cuatro direcciones generales y seis asesores, hay 24 direcciones generales del resto de consellerias que manejan un presupuesto superior a los 57 millones que tendrá Transparencia en 2021. En concreto, dos direcciones en Presidencia, seis en vicepresidencia, una en Vivienda, una en Hacienda, tres en Justicia, dos en Educación, cuatro en Sanidad, dos en Economía, una en Agricultura y dos en Innovación.

En total, 24 servicios que no cuentan con toda la estructura de la que dispone la Conselleria más pequeña de la Generalitat, que pese al presupuesto que maneja, cuenta con el mismo número de altos cargos y asesores que Política Territorial o Justicia, aunque ambas manejan partidas de 440 y 551 millones. Más de diez veces la cantidad del departamento de Rosa Pérez Garijo.

Entre las direcciones generales que tienen más presupuesto que Transparencia destacan las de las consellerias más sociales, con Políticas Inclusivas, Sanidad y Educación, que manejan partidas de más de 2.400 millones en algunos casos. Pero también de entre 60 y 100 millones, sin contar con una estructura administrativa como la que tiene Transparencia. Por ejemplo, Administración Local, en Presidencia (77 millones), Infancia y adolescencia (66 millones), Vivienda (101), Reformas democráticas y acceso a la Justicia (59), Artes plásticas y escénicas, en la dirección general de Cultura (87 millones), Salud Mental (95 millones), Política industrial (194 millones), Medio Natural (68 millones), Infraestructuras públicas (172 millones) o I+D+i (100 millones) por poner algunos ejemplos de las que tienen presupuestos menos abultados.

En Transparencia, la mayor partida, de 34 millones, va a parar a la Cooperación Internacional, seguida de la dirección general de los 7,3 millones que van a parar al desarrollo y aplicación de la ley de transparencia y atención a la ciudadanía, desde la que se vela por el buen funcionamiento de GVA Oberta y el derecho al acceso a la información.

En sueldos, el departamento más pequeño de la Generalitat supera los 800.000 euros anuales en el equipo de la conserllera. Desde los 61.280 euros que percibe la consellera a los 46.421 euros que perciben la mayoría de los asesores. Y, la partida de personal (público y de confianza) es, precisamente la única que lleva casi al día en cuanto a ejecución presupuestaria la Conselleria. Hasta el 30 de septiembre, el último dato de ejecución conocido, de los 54,9 millones presupuestados en 2020, sólo 15,9 estaban ya comprometidos. Es decir, apenas se han gastado un 30% de los fondos de que disponían. Pero esa no es la peor cifra. De lo comprometido, apenas hay pagados 8,66 millones de euros. Un 15% del presupuesto, a pesar de que es el más bajo de la Generalitat. Además, de esos 8,6 millones, 7,7 han ido a pagar los gastos de personal. Es decir, de lo poco que se ha abonado, un 88,6% ha ido a las nóminas del personal que presta su servicio en Transparencia. Del resto, sólo 374.000 euros han sido para pagar ayudas o subvenciones. Ese es el balance de este área.