La demora de la vista de la prisión de Zaplana da confianza al exministro

La Audiencia ha convocado una vista para escuchar los argumentos de ambas partes. Pero sorprende, sin duda, la fecha: el próximo 7 de noviembre. La convocatoria supone un importante lapso temporal de más de dos semanas desde la petición de Anticorrupción a la decisión que abordará el tribunal. Un hecho que, en principio, evidenciaría el escaso riesgo de fuga que aprecian los magistrados ya que, de lo contrario, la vistilla habría sido señalada de manera urgente.

Es lo que ocurrió, por ejemplo, en otros supuestos de casos de corrupción, como tras la sentencia del caso Cooperación. Finalmente se dejó al exconseller Rafael Blasco en libertad a cambio de una fianza de 200.000 euros.

La imposición de una fianza es una alternativa, por ejemplo, al ingreso en prisión en casos como este donde la sentencia no es firme y está pendiente de un eventual pronunciamiento del Tribunal Supremo. Actualmente, Zaplana no dispone de ninguna medida cautelar y hace meses que le retiraron la obligación de comparecer cada lunes a firmar en el juzgado, un requisito que ha cumplido durante años.

Otro de los argumentos que puede alegar su defensa durante la vistilla será el hecho de que su patrocinado siempre ha estado a disposición de la Justicia. Desde que fue detenido y tras los nueve meses que pasó en prisión no ha existido el menor indicio de que pretenda eludir su responsabilidad. Anticorrupción no dispone de un criterio estricto para estas situaciones. Normalmente se suele pedir la ejecución de la pena cuando se superan los seis años de cárcel, límite que Zaplana rebasa con creces.