El Consell, incapaz de presentar un criterio único sobre la prostitución

Ambas llevan la firma de la portavoz del grupo socialista de Les Corts y candidata del PSPV a la alcaldía de Alicante Ana Barceló. La primera propone modificar la ley de espectáculos públicos, actividades recreativas y establecimientos públicos, que prohíbe «la difusión en los establecimientos públicos de cualquier tipo de publicidad que promueva, favorezca o fomente el consumo de prostitución. Así mismo, quedan prohibidos los carteles, letreros, imágenes y cualesquiera otros elementos que identifiquen o relacionen el establecimiento con la oferta o consumo de prostitución».

La segunda propone modificar la ley de carreteras para prohibir la «ocupación temporal de las zonas de dominio público, de protección y de reserva para realizar en ellas cualquier actividad de carácter sexual a cambio de retribución, en dinero o en especie, o cualquier otra contraprestación, que no son compatibles con la seguridad de la vía y con su fin».

Una y otra proposición de ley fueron presentadas por el grupo socialista de Les Corts el pasado mes enero, coincidiendo con la polémica ley del sólo si es sí, la Ley Trans y en plena discrepancia entre socialistas y Compromís respecto al planteamiento político sobre la prostitución –el abolicionista frente al regulacionista-. Los socialistas las retiraron casi de inmediato para volver a presentarlas sólo unos días después.

Pero el Consell no ha opinado al respecto. En la tramitación de las proposiciones de ley el Consell puede emitir su criterio, favorable o desfavorable, que de alguna manera permite conocer cuál es la opinión del Ejecutivo autonómico respecto al asunto en cuestión. Lo habitual es emitir criterio, aunque ha habido ocasiones en las que, a la vista de la discrepancia existente entre los grupos del Botánico, se ha evitado hacerlo. El ejemplo más evidente fue el de la tasa turística, defendida por Compromís y aceptada a regañadientes por los socialistas.

Con estas dos proposiciones sobre prostitución ha ocurrido eso. Ni la conselleria de Justicia, Interior y Administración Pública se ha pronunciado sobre la que modifica la ley de espectáculos públicos, ni la de Territorio ha respirado en relación a la que pretende cambiar la ley de carreteras. Silencio por ambas partes.

Una y otra propuesta están tramitadas como de lectura única, circunstancia que, sobre el papel, permitiría su eventual aprobación en una única sesión plenaria de Les Corts –todo apunta a que la Cámara sólo volverá a reunirse esta legislatura una vez, la última semana de marzo, antes de la disolución de la Cámara y la convocatoria de elecciones autonómicas a principios del mes de abril-.

Con ese procedimiento, los diputados votarían primero la aceptación de esa tramitación, y después la iniciativa en sí. Pero incluso ese escenario es difuso. Porque tanto Compromís como Podemos podrían cuestionar por un lado el modo de tramitar la iniciativa. Si lo hacen y no se aprobara esa tramitación, ya no habría segunda votación y quedaría rechazada.

Y a la vista de las discrepancias entre los socios del Consell en relación con el debate de la prostitución, ese escenario pudiera ser el más probable. Tanto que, sobre el papel, el PSPV podría llegar a preferir que una y otra propuesta se quedaran fuera del orden del día del último pleno de la legislatura, precisamente para no hacer evidentes las diferencias en el botánico con las elecciones autonómicas a la vuelta de la esquina. O todo lo contrario. En todo caso, el Consell no tiene criterio al respecto.