La colección de relojes de lujo de Cotino, su último problema con la Justicia

Las discrepancias derivan de una liquidación de la Agencia Tributaria Valenciana (ATV), entidad que gestiona el impuesto de Patrimonio. Esta declaración se debe presentar en diciembre y están exentos los capitales de hasta 500.000 euros. Así, en realidad, sólo aquellos con enormes recursos deben cumplir con este trámite administrativo.

La ATV acordó el pago de más de 80.000 euros, aparte de una sanción para el empresario. Cotino recurrió primero al Tribunal Económico Administrativo y posteriormente, insatisfecho con la resolución, al Tribunal Superior de Justicia que le ha dado parcialmente la razón, pero descarta sus argumentos sobre la colección de relojes, alrededor de una decena, y joyas.

Existe una demostrada afición de políticos y empresarios por estas piezas de lujo. La colección de piezas de Cotino se acercaba a los 120.000 euros, con modelos muy reconocidos por los aficionados al sector del lujo. Hacienda había localizado este importante patrimonio al analizar un seguro de hogar donde se incluía esta exclusiva colección. Este hecho hizo que Hacienda le imputara los bienes como parte de su patrimonio.

El empresario trató de demostrar en el TSJ que no eran suyos sino de su expareja. El alto tribunal ha rechazado el argumento. De hecho, la exmujer del empresario sólo admitió el regalo de unas joyas, pero no de los relojes. Además de por las propias características de los relojes, que apuntan a un perfil masculino.

No es la única cuestión en la que el TSJ falla en contra del empresario. De igual modo, los magistrados resuelven que declaró de manera incorrecta unas participaciones en diferentes sociedades. Cotino alegaba que las mercantiles estaban en una situación concursal. El empresario, en cambio, sí obtiene un pronunciamiento favorable sobre el cálculo de una deuda en la citada liquidación.

La figura de Vicente Cotino, factótum de Sedesa, ha estado siempre envuelta en una enorme polémica. De entrada, es el sobrino de Juan Cotino, expresidente de Les Corts y hombre fuerte en los Gobiernos del PP. Murió de Covid durante el juicio por el amaño de las pantallas de la visita del Papa.

El empresario arrastra un extenso currículum judicial, con tres condenas en otros tantos asuntos de corrupción. En el caso Gürtel, por ejemplo, confesó haber financiado las campañas electorales del PP a cambio de beneficiarse de una rebaja de pena. Nunca entró en prisión. Recientemente también jugó un papel clave en Erial, ya que admitió que pagó comisiones a Eduardo Zaplana por el amaño de la privatización de las ITV. Fue su segunda confesión para evitar la cárcel. Como tercer apunte delictivo, de menor magnitud, figura la condena por falsedad en documento mercantil y delito contra la Hacienda Pública al falsear un factura para la empresa de José Luis Olivas, expresidente de la Generalitat.

Más suerte, en cambio, tuvo en otra investigación sobre los negocios de Bancaja en Hungría. El juzgado archivó las diligencias tras nueve años de investigación acerca de las operaciones para construir un circuito de motociclismo. Ahora, con la sentencia del TSJ, se ha descubierto que también trató de ocultar sus relojes más valiosos.