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Traslado de Puigdemont a la cárcel de Neumünster. Efe

El CNI siguió a la furgoneta de Puigdemont en el viaje de ida y de vuelta a Finlandia

Los servicios secretos, además de la persecución física, tuvieron geolocalizado el vehículo en todo momento

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Lunes, 26 de marzo 2018

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La fase final de la operación de captura de Carles Puigdemont comenzó a gestarse el viernes por la mañana, unas horas antes, incluso, de que el juez del Supremo Pablo Llarena, reactivara la orden internacional de captura contra el expresidente. Los especialistas del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) supieron que el final de la fuga de Puigdemont podía estar muy cerca cuando las ‘antenas’ de los servicios secretos desplazadas a Finlandia durante la semana pasada informaron a Madrid de que el exjefe del Ejecutivo continuaba en Helsinki a última hora de la mañana del viernes, a pesar de que el diputado Mikko Kärnä, quien había invitado a Puigdemont a unas conferencias sobre el ‘procés’, afirmaba que ya había emprendido el camino de regreso a Waterloo.

Puigdemont había cometido un error de cálculo que le iba a costar su detención, pero había que maniobrar de manera muy rápida. En cuestión de minutos y en tiempo récord, la División de Cooperación Internacional de la Policía Nacional registró en Sirene (la base de datos de reclamados europeos) la orden europea de detención y entrega (OEDE) de Puigdemont. A primera hora de la tarde del viernes, la euforia se apoderó de los servicios secretos. La OED estaba ya activa, Puigdemont seguía en Finlandia y, por ende, si el huido no quería arriesgarse a ser detenido de inmediato en el aeropuerto de Helsinki-Vantaa iba a tener que volver por carretera recorriendo casi 2.500 kilómetros. Y lo que era más importante: regresar a Bélgica por carretera implicaba que en algún momento Puigdemont iba a tener que pisar suelo de Alemania o Francia, dos países con los que España mantiene excelentes relaciones de cooperación judicial.

Gráfico. Itinterario previsto para el viaje de Puigdemont.
Gráfico. Itinterario previsto para el viaje de Puigdemont. D. García

El CNI terminó de prepararlo todo el mismo viernes por la tarde. Puigdemont solo tenía tres posibilidades y las tres –han revelado fuentes del operativo- fueron «cubiertas» por los servicios secretos: volver a Waterloo pasando por Suecia, Dinamarca y Alemania (lo que finalmente hizo); intentar la ruta, mucho más larga, de los países bálticos, que incluía el tránsito por Estonia, Letonia, Lituania y Polonia, para llegar a Alemania; o incluso seguir circulando por centro Europa (Eslovaquia, Austria o Suiza) para entrar por Francia. En cualquier caso, tenía que pasar por Alemania o Francia. Los servicios secretos de ambos países ‘aliados’ fueron prevenidos.

Mejores noticias

Pero había todavía mejores noticias en la sede de los servicios secretos en la carretera de La Coruña, en Madrid. Los agentes desplegados desde noviembre en Bruselas y Waterloo informaron a la central del CNI que a primera hora de la mañana del viernes la ‘Renault Espace’ matrícula belga 1KKN586 que la comitiva de Carles Puigdemont usaba habitualmente en sus desplazamientos por Bélgica había abandonado el país, que estaba circulando por Alemania y que se dirigía aparentemente a Suecia. Ese vehículo estaba ya ‘balizado’ con un sistema de geolocalización, sobre el que los operativos no han querido dar más detalles. Aunque la ‘Renault Espace’ estaba siendo seguida de cerca ‘físicamente’ por parte de la docena de agentes del CNI movilizados en la captura de Puigdemont, los agentes de los servicios de inteligencia no descartaron que el viaje a Escandinavia de la monovolumen fuera un cebo para distraer a los agentes.

Pero no lo parecía. El sábado, la ‘Renault Espace’ ya estaba en Suecia. Los agentes creen que fue allí donde la comitiva del expresidente recogió a Puigdemont el mismo sábado para emprender de inmediato el camino de vuelta, exactamente por la misma ruta de ida.

El sábado por la tarde, el CNI ya confirmó a sus colegas del Servicio Federal de Inteligencia alemán (Bundesnachrichtendienst) de la inminente entrada en su territorio de Puigdemont. De forma paralela, la Policía Nacional comunicó a la policía federal el momento exacto y el lugar por donde iba a acceder el vehículo, la frontera de Ellund. Las autoridades alemanas decidieron que sería la Policía Criminal del Estado de Shclewsig Holstein la que practicaría la detención apenas el expresidente pasara la frontera danesa y que no iba a haber ningún tipo de intervención de los funcionarios españoles.

A las 11:25 horas del domingo, un mail entró en Unidad Oficina Sirene de la División de Cooperación Internacional en Madrid procedente de Berlín, que informaba que a las 11:17 horas Puigdemont había sido detenido en «la estación de servicio de la autopista, cerca de la localidad de Jagel» mientras circulaba en la Renault Espace, junto a otras cuatro personas. El CNI había completado una de las operaciones más exitosas de sus últimos años.

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