María José Catalá: «Casado es moderación, más de lo que dicen, pero su oposición debe ser dura»
Presidenta del PP de Valencia ciudad | Catalá asegura que su último reto en política es convertirse en alcaldesa de Valencia y señala que el PP de la ciudad ha de tener un puesto destacado en la provincia
M. HORTELANO
VALENCIA.
Sábado, 25 de julio 2020, 01:09
Todavía no ha cumplido los 40 años y ya ha sido alcaldesa de una gran ciudad como Torrent, consellera de Educación y portavoz del Consell. Desde principios de julio es también presidenta del PP de Valencia y aspira a gobernar el cap i casal en 2023.
-¿Qué le queda por hacer si ya lo ha sido casi todo en política?
-Ser alcaldesa de Valencia. Y ese es mi tope. No quiero ser nada más. Ser alcaldesa me hará culminar un círculo que ha tenido sentido.
«TIRANÍA DE LA MINORÍA»: «Compromís debería desaparecer para mejorar la estabilidad en la política valenciana»
-Ha dejado atrás el simbólico rojo alcaldesa y elige el blanco para sus momentos importantes. ¿Lo hace para lanzar un mensaje?
-Claro. El blanco es transparencia, luz y simboliza el inicio de un proyecto. Respeto mucho el legado de Rita Barberá y lo admiro, pero yo tengo una manera diferente de ver la ciudad.
-¿Y cuál es su Valencia?
-Una en la que la ciudad esté bien posicionada en Madrid, que tenga voz. Somos la tercera capital de España y hay que recuperar esa presencia. Hay que mirar más a Madrid para captar el talento con una política fiscal atractiva y que en cada barrio de Valencia se viva mejor.
-Seguro que el alcalde también quiere que se viva mejor. ¿En qué se diferencian su modelos de ciudad?
-La Valencia de Ribó es pequeña y silenciada. Es una ciudad sin alcalde, porque trabaja poco, hasta mediodía, nunca los fines de semana y nunca por la tarde. Por eso Valencia atraviesa una pandemia y no hay nadie a pie de calle al frente del operativo. Es la del alcalde que el día que se suspenden las Fallas se va a la ópera. Ribó ha hecho cosas buenas. Me gusta la peatonalización, la movilidad sostenible, que se abra el balcón. Pero no hay nada más.
-¿Ve diferencias con las políticas de sus socios del PSPV?
-No hay Valencia de Sandra Gómez. Tienen asumido que son moneda de cambio para mantener la estabilidad en la Generalitat. No tienen proyecto, son rehenes de Compromís.
-¿Por dónde cree que debe crecer para ser alcaldesa en 2023?
-Mi objetivo es pescar en el centro. Atraer a los descontentos del PP, pero también a los de otros partidos que quieren el centro. La gente de izquierdas ahora vota a Compromís y la moderada, al PP. Le ofrecí a Sandra Gómez un gobierno en el que habríamos pasado dificultades, pero PP y PSPV tienen que estar fuertes para resolver las cosas importantes. Con Compromís, sin embargo, tengo poco que hablar. Soy de las personas que cree que Compromís debería desaparecer para mejorar la estabilidad en la política valenciana, Son la tiranía de la minoría. Quiero un PSPV fuerte que haga desaparecer a Compromís y un PP fuerte que acabe con los populismos por otros lados.
ACUERDO CONTRA EL COVID: «Estoy dispuesta a apoyar las cuentas de Ribó si incluyen las medidas del pacto»
-¿Le gustaría medirse a Mónica Oltra como rival en 2023 por la alcaldía de Valencia?
-Ya hemos compartido espacios comunes. Representa lo que yo no quiero para Valencia. Me da igual ella que Ribó porque ambos son Compromís.
-El PP se ha sumado al pacto por la reconstrucción en el Ayuntamiento de Valencia. ¿Está dispuesta a apoyar los presupuestos de Ribó si recogen las medidas del acuerdo?
-Totalmente. No se me caerán los anillos para votarle a favor un presupuesto a Ribó si se contempla lo que hemos pactado. Si no es así, no me volveré sentar a negociar con Compromís.
-¿Se ha sentido acogida en el PP de la ciudad viniendo de otro municipio?
-Había dudas sobre mi idoneidad y las entiendo. Sobre si mi verdadera ambición era esta. He hecho una apuesta personal y política por esta ciudad y creo que las dudas se han disipado.
-Hoy se cierra la renovación orgánica del PP, con el congreso en la provincia de Valencia. ¿Qué papel debe tener la ciudad?
-Mucho. Es la capital de la provincia. Es muy difícil recuperar la Generalitat y, sobre todo, la Diputación, sin el peso, los votos y la militancia de la ciudad.
-¿Qué representación le ha pedido a Vicente Mompó?
-Le he pedido que alguien de Valencia ciudad esté en primera línea del organigrama. Hemos hablado mucho y confío en su criterio.
-El año que viene toca congreso regional. ¿Cree que Isabel Bonig debe tener problemas para repetir?
-Un año en política es mucho tiempo y ahora es una eternidad. Isabel quiere seguir y quien está a las duras merece estar a las maduras. Es posible que haya otras alternativas, pero desde luego yo no seré una de ellas.
-¿Lo será Carlos Mazón?
-Es una persona fantástica, un gran presidente provincial y ha devuelto a Alicante un peso en la Comunitat y en Madrid. Si él decide dar el paso, es una persona valorada.
-Los resultados de vascas y gallegas dejan una foto de un PP moderado victorioso y uno más duro derrotado. ¿Con qué mensaje se queda?
-Con que hay otras variables. Feijoo gobierna y en el País Vasco éramos oposición. La buena gestión da votos. Además, Feijoo ha podido aplicar una política en la que yo creo: regionalismo y moderación. Por encima de las siglas está el territorio con una identidad muy propia y que, además, no es incompatible con el proyecto nacional del PP y de nuestro modelo de Estado.
-¿Se siente más identificada con Feijóo o con Pablo Casado?
-Con Casado, sin duda. Es de mi generación y un gran político.
-Me ha dicho antes que cree en la moderación de Feijoo...
-Es que Casado es moderado. Es más moderado de lo que le quieren hacer ver. Es centro, liberalismo económico... Me siento plenamente identificada con él. Pero está en la oposición y le toca tener una posición dura. Eso no tiene nada que ver con ser de centro y moderado, como lo es.
-¿Y está más cerca de Bonig o de Mazón?
-De ambos.