Cantó acentúa su distanciamiento con Arrimadas tras el fiasco de Murcia

La relación entre Cantó y la dirección nacional de Ciudadanos ha entrado en fase de glaciación. Enfriamiento que se evidencia en gestos, en lo que se dice, en lo que se deja entrever, y en lo que no se dice. La comunicación entre Cantó y Arrimadas, fluida, no es. El jueves, a las 24 horas de conocerse la decisión de Cs en Murcia de romper con el PP, Cantó no había hablado con Inés Arrimadas, presidenta del partido naranja. Ni personalmente ni por teléfono. El líder de Ciudadanos en la Comunitat admitía estar preocupado y esperando la convocatoria de una Ejecutiva que se demoró hasta ayer a mediodía. Habían pasado ya 48 horas, y como un día es una eternidad en política, pues de un día para otro la estrategia nacional para auparse con la presidencia del gobierno regional murciano junto al PSOE se ha quedado en el aire. Para mayor disgusto aún de Cantó. El dirigente valenciano admitía en redes sociales: «No tengo palabras. Y por desgracia, seguimos sin Ejecutiva convocada donde expresarlas». Eran las 13:27 horas. Antes, en un acto en Castellón, el síndic del grupo parlamentario de Cs en Les Corts señaló que «debo expresarme en primer lugar en la Ejecutiva del partido, que por cierto está tardando, pues lo leal y lo que toca es hablar allí en primer lugar y escuchar, y cuando acabe la Ejecutiva lo compartiré con todos». Está tardando. En realidad, no se demoró demasiado. A las 15 horas de ayer ya se sabía que el lunes se verán todos las caritas en Madrid.

Como ocurre en esas relaciones que se truncan, llegaron los mensajes en clave, las indirectas. Cantó, que durante un tiempo tenía encabezando su perfil de Twitter una foto junto a Inés Arrimadas, la ha sustituido por otra imagen. Ni él, ni ella, sino el Rey Felipe VI jugando a bolo vaquerio en la visita a la aldea asturiana de Moal.

En Murcia, horas más tarde de que apareciese el anuncio de la convocatoria de la Ejecutiva, ya no se sabía quién se iba a aprovechar de los diputados díscolos de quien. Quizá los socialistas y Ciudadanos aprovechen a los descolgados de Vox. Quizá el PP amarre el cariño de los desencantados con el giro de Cs. En cualquier caso, la fragilidad del movimiento político promovido desde la dirección presidida por Arrimadas, acabe como acabe, ha dejado en evidencia la falta de sintonía entre la líder nacional y el dirigente valenciano.

El coordinador de Ciudadanos en la Comunitat deberá plantearse ahora el grado de descontento que va a imprimir a su intervención en la Ejecutiva de Ciudadanos que se celebrará el lunes. No es el único que desea decir la suya. O eso parece.

Entre los naranjas valencianos hay preocupación por si la hostilidad se dispara y la dirección nacional maniobra de algún modo y toma represalias. Ciudadanos no es un partido muy dado a las baronías territoriales, precisamente.

El liderazgo de Cantó nace del beneplácito que recibió desde Madrid hace relativamente poco tiempo. Seis meses. Esa tardanza evidenció que la confianza de la dirección nacional, sí, la tenía, o la tiene, pero sin demasiados entusiasmos.

Albert Rivera dimitió al día siguiente de las elecciones nacionales de finales de 2019, se convocaron unas primarias que ganó Arrimadas en marzo. Con el apoyo de Cantó, entre otros, pero sin alharacas. Como contraprestación, la presidenta de Cs designó al portavoz parlamentario coordinador del partido en la Comunitat... a finales de septiembre. Desde entonces, Arrimadas no ha demostrado demasiada complicidad con su embajador en la tierra valenciana. Hasta entonces, tampoco. En febrero, en los días previos a las primarias que ganó, la líder de la formación anunció medidas para cohesionar el partido en un acto en un restaurante en la Alameda en el que no intervinieron ni Fernando Giner, portavoz municipal en el Ayuntamiento de Valencia, ni Toni Cantó, entonces valedor de la candidatura de Arrimadas, que no se prodiga por la Comunitat.

Cantó está recibiendo el cariño de unos y el desapego de otros a nivel autonómico. Ciudadanos no era una balsa de aceite en la Comunitat, y ahora que se calienta aparecen los churrascados. El mensaje en redes sociales del coordinador de Cs pidiendo expresarse recibió una contestación de uno de sus diputados,

«Triste leer a algún compi mío decir que no le dan explicaciones. Así llevamos en Les Corts varios desde que entramos de diputados. Anulados por unos cuantos, por esos mismos que hoy se quejan de falta de democracia interna», señaló el diputado de Cs Jesús Salmerón, sin espacio en el grupo parlamentario que dirige Cantó.