El Botánico se queda sin cantera

Y es que el Botánico parece haberse quedado sin cantera de la que echar mano para fichar en momentos de necesidad. Así lo hacen ver los organigramas de la Generalitat y los nombramientos y ceses de esta recta final de la legislatura. Los partidos que forman el Ejecutivo autonómico han comenzado a parchear las entradas, echando mano de personal que ya ocupaba una dirección general. Es decir, están reorganizando el Consell a base de ascensos, con dificultad para cubrir algunos puestos. En concreto, si echamos un vistazo al organigrama actual de la Generalitat hay actualmente cuatro puestos de alto cargo sin cubrir. Se trata de la dirección general de alta inspección (Sanidad), la dirección general de Ciencia (Innovación), la de financiación (Hacienda), y la de personas mayores (Igualdad). Algunas, como la sanitaria, llevan vacantes des mayo, y en el caso de la de financiación, el Consell no consigue cubrirla desde junio des este mismo año.

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Pero, en casi todos los movimientos el modus operandi es el mismo. Se produce una destitución y el Consell echa mano de un alto cargo de menor rango, de otra conselleria o se asciende a un asesor. Incluso se ha llegado a contratar a un funcionario de la conselleria para ocupar un puesto. Ha sucedido en los últimos meses con hasta una decena de recambios, como una especie de cadena de sustituciones. Por ejemplo, la reorganización de la Consellleria de Agricultura, tras la destitución de Mireia Mollà como titular, se zanjó con el ascenso de la entonces secretaria autonómica de Sanidad, Isaura Navarro a consellera. El resto de puestos de cargos destituidos se cubrieron del mismo modo, con directores generales llegados de otras consellerias, que consideraron que las funciones en Agricultura y Medio Ambiente eran más necesarias de cubrir. Las fuentes consultadas reconocen que contratar a nuevos cargos en año electoral es difícil porque los de fuera no quieren significarse con tan poco margen y sueldos discretos».

Ha sucedido, por ejemplo, esta pasada semana, con el nombramiento del hasta entonces director general de Infraestructuras sociales, Enric Juan, como nuevo responsable de Transición ecológica, tras el cese de Pedro Fresco. Con la salida de Juan, se pasó a esa dirección general a la hasta entonces titular de Personas mayores, María José Pérez, dada la relevancia del puesto desde el que se gestionan los centros asistenciales. Pero, la dirección general que dejó Pérez está vacante, a la espera de que alguien la ocupe. En la Conselleria de Igualdad ha habido varias bajas que se han solucionado con nombramientos de asesores o recolocación de cargos. Igual que en Sanidad, donde la salida de Navarro elevó a su directora general a la Secretaría autonómica. Esa dirección se cubrió con un veterinario de la Conselleria. Pero aún queda vacante la de Alta Inspección, donde el PSPV no ha encontrado a nadie desde que Javier Burgos dimitiera el 31 de mayo. En la misma situación está el área de Financiación. Una dirección general crucial para la reivindicación del nuevo modelo, para la que la Conselleria de Hacienda no encuentra recambio a la salida de Dolores Furió en junio de este año. Y por último, la dirección general de Ciencia también está desierta, después de que la secretaria autonómica de Universidades, Carmen Bevià, dejara su puesto y la entonces directora general, Auxiliadora Jordà ascendiera, dejando libre su plaza de alto cargo.