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El adelanto de las autonómicas al 28 de abril gana enteros

El adelanto de las autonómicas al 28 de abril gana enteros

La cúpula de Presidencia trabaja ya con el escenario de un anticipo electoral que no se confirmará hasta el próximo martes

JC. F. M.

Viernes, 1 de marzo 2019, 02:02

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El adelanto de las elecciones autonómicas en la Comunitat Valenciana ha pasado, en poco menos de 24 horas, de ser algo así como una ocurrencia de algún colaborador de Ximo Puig a la opción más probable -al menos a la hora de escribir esta crónica-. El presidente de la Generalitat, que es quien tiene la capacidad de disolver Les Corts y convocar los comicios, contempla cada vez con más convencimiento la posibilidad de unir las elecciones previstas para el 26 de mayo a las generales convocadas para el 28 de abril. Un adelanto de algo menos de un mes, pero que le permitiría celebrar los comicios autonómicos con un nivel de participación electoral más elevado.

El propio Puig admitió ayer, en declaraciones realizadas en Alicante, que «las participación es más elevada históricamente» en unas generales que en las autonómicas. La frase, cogida de forma aislada, permitiría concluir que la decisión ya está tomada. Pero Puig reiteró ayer, en otras declaraciones, esa referencia a que es posible, pero no probable, el adelanto de los comicios.

El PSPV sostiene que la movilización de la izquierda favorece a todas las formaciones progresistas

Al margen de las declaraciones -nadie piensa que una decisión de este calado pueda anunciarse hasta el mismo momento en que tenga que adoptarse-, lo cierto es que el convencimiento de que el presidente de la Generalitat parece decidido a adelantar elecciones se ha extendido durante las últimas 48 horas por el Palau de la Generalitat. De hecho, el equipo del presidente trabaja ya con el escenario de un adelanto de los comicios, consciente no obstante de que la decisión podría acabar siendo otra.

¿Y qué ayuda a Puig a tomar su decisión? El presidente del Consell aludió ayer a la participación en las elecciones generales -siempre superior varios puntos a las autonómicas-, a pesar de que el 28 de abril será puente en la ciudad de Valencia. Puig piensa en la participación, pero también en el convencimiento -apoyado en los datos históricos- que sostienen que el PSPV obtiene mejores resultados en las generales, en porcentaje, que en las autonómicas. Los datos del CIS publicados ayer -que elevan el apoyo a los socialistas en la Comunitat por encima del 28%- ratifican el análisis de que el empuje electoral de los socialistas sería mayor en las generales que en las autonómicas si ambas citas se celebran por separado. «Al PSPV le interesa tanto unir esas elecciones como a Compromís que eso no ocurra», admitió ayer una fuente parlamentaria. Para el PSPV sumar uno y otro comicio implica arrastrar voto de las generales para las autonómicas. Para la formación que lidera Mónica Oltra, por contra, implica desdibujar su discurso, en tanto que el debate nacional tapará cualquier otro asunto el 28 de abril.

Puig es consciente de esa circunstancia, aunque piensa en que a lo que contribuiría el adelanto electoral es a reforzar las posibilidades de mantener el Gobierno del Botánico. «La movilización progresista favorece a toda la izquierda» señaló ayer un exdirigente del PSPV. Mantener las autonómicas el 26 de mayo, un mes después de las generales, complicaría las posibilidades de que la movilización que se espera en abril pudiera repetirse.

Compromís rechaza el análisis y asume que el adelanto sería perjudicial para sus expectativas

Puig ya cuenta con el visto bueno de la dirección federal del PSOE para adoptar la decisión que considere oportuna. En los últimos días el líder de los socialistas valencianos ha mantenido contactos con la calle Ferraz para explorar la opinión del entorno de Sánchez ante un posible anticipo de los comicios. Y la respuesta fue positiva, tal y como ya avanzó ayer este diario. Fuentes consultadas por este diario señalaron ayer que el líder de los socialistas valencianos está francamente decidido a adelantar los comicios, a pesar de que contempla como principal motivo para la duda el convencimiento de que la decisión no será bien recibida por sus socios del Botánico.

Para la formación nacionalista, al margen de que su posición en el debate nacional disponga de menos visibilidad, sumar autonómicas y municipales favorecía uno de los factores que más ayudaron a consolidar en 2015 el voto a Compromís: el respaldo logrado por los alcaldes. La amplia base de que dispone el Bloc en muchos municipios valencianos, sumado al tirón de Mónica Oltra, contribuyó hace cuatro años al resultado obtenido por los nacionalistas en Les Corts -19 escaños-. Con el adelanto electoral, las posibilidades de repetir ese resultado disminuyen. Y el malestar hacia el PSPV aumenta en la misma proporción.

Que todo haga suponer que sí -un colaborador de Puig se atrevió ayer a fijar en el 75% las posibilidades de que el presidente de la Generalitat adelante elecciones- no implica necesariamente que eso vaya a ocurrir. «Esperará hasta el último minuto», insiste su entorno más cercano, que no cree que el pleno del Consell que tendrá lugar hoy vaya a abordar esta cuestión. Puig esperará al lunes, o más probablemente al martes, para tomar una decisión. «Conociéndolo, es probable que en el último momento vuelva a cambiar de opinión», admite el mismo interlocutor que se atreve a dar el porcentaje de posibilidades de que haya un adelanto electoral.

Un acuerdo del Consell para disolver la Cámara y llamar a las urnas

No es disolver y ya está. La convocatoria de elecciones, anticipadas o no, requiere de una serie de pasos fijados por ley que el presidente de la Generalitat deberá cumplir en los próximos días si pretende hacer coincidir las autonómicas con las generales el próximo 28 de abril. La Ley de Gobierno Valenciano establece entre las atribuciones del jefe del Consell la de «disolver Les Corts y convocar elecciones a las mismas, previo acuerdo del Consell». Es decir, la decisión debe contar con el refrendo del Gobierno valenciano. La decisión obliga por tanto a una reunión plenaria del Consell -ordinaria como la que se celebra hoy, o de carácter extraordinario- en la que se acuerde la convocatoria electoral. La decisión, en el caso de someterse a votación, podría tropezar con el reparto de carteras existente entre PSPV y Compromís, y que esa circunstancia pudiera dejar en tablas la eventual decisión -dadas las reticencias de los nacionalistas a un eventual anticipo electoral-.

Las fuentes jurídicas consultadas por este diario no pudieron confirmar si el jefe del Consell dispone de voto de calidad -que pudiera quebrar un eventual empate-. Pero si advirtieron de que, ante un escenario como ese, el presidente tendría la posibilidad de nombrar un conseller sin cartera para esa votación. En todo caso, las deliberaciones del Consell son secretas.

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