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Alba Soler
Una cúpula en el centro de Valencia que sobrecoge

Una cúpula en el centro de Valencia que sobrecoge

El secreto mejor guardado de Valencia ·

Virginia Lorente descubre el atractivo que oculta la Iglesia de las Escuelas Pías, ubicada en la calle Carniceros

m. labastida

Miércoles, 18 de julio 2018

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En las visitas a cualquier enclave hay que tener en cuenta que existe vida más allá de las paradas obligatorias que marcan las guías. Conviene reservar tiempo para descubrir los rincones que en ocasiones quedan ensombrecidos por los monumentos más célebres. Para descubrir los secretos que ocultan las urbes lo ideal es recurrir a quienes las conocen bien, a los que las transitan, a los que forman parte de ella. Cada vecino de una ciudad guarda un rincón especial que se sale de las rutas turísticas pero que llama la atención por alguna circunstancia. Por ello hemos pedido a distintos profesionales, habitantes todos ellos de Valencia, que compartan un emplazamiento menos popular de Valencia pero que ellos estiman como si fuese un representativo monolito o un reclamo indiscutible.

Virginia Lorente es ilustradora y diseñadora, alma mater del proyecto @typical Valencia. Ella, que ha convertido en souvenirs, plazas, edificios y otros símbolos, nos abre los ojos ante un lugar céntrico que merece una especial atención.

«Durante 15 años Velluters ha sido mi barrio, allí descubriría uno de los grandes tesoros que esconde Valencia, gracias a Rafael Soler, que me metió de lleno en el estudio de la cúpula de la Iglesia de las Escuelas Pías, en la calle Carniceros. La Iglesia de las Escuelas Pías fue construida en el siglo XVIII, obra de Antonio Gilabert y de planta circular. Toda ella está cubierta por una enorme cúpula tabicada de 24.5 metros de diámetro que la convierte en la segunda cúpula más grande de España y una de las diez más grandes de Europa«, explica.

«Reconozco que me gusta colarme en su interior de vez en cuando, quedarme allí sentada disfrutando del silencio que acompaña a las iglesias poco transitadas, me continúa sobrecogiendo su brutal escala», añade.

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