La Beneficencia ‘by night’

El Centre Cultural La Beneficencia es un edificio al que se le han dado diferentes usos a lo largo de toda su historia. Sus orígenes se remontan al siglo XVI, cuando se construyó como convento de los agustinos, ocupado después por los franciscanos. Y a mediados del siglo XIX comenzó a ejercer de Casa de la Beneficencia, con el objetivo de socorrer y preparar para el mundo laboral a huérfanos y mendigos.

Sus paredes encierran siglos de historia y ahora, los responsables de la entidad quieren darlo a conocer. Para ello, organizan visitas nocturnas guiadas que recorrerán sus patios, la antigua iglesia y las exposiciones temporales que se encuentran en el Museo de Prehistoria y en el de Etnología.

Esta institución nació de la confluencia de tres factores: la iniciativa del general Javier Elío de patrocinar, en 1815, la creación de un establecimiento asistencial; la promulgación de la Ley de Beneficencia de 1822 y, ya en 1835, la desamortización eclesiástica propiciada por Mendizábal. Años después se llevó a cabo un proyecto de remodelación y ampliación, que incluyó la construcción de la Iglesia de la Beneficencia, que adoptó y adaptó una decoración ecléctica (elementos neogriegos, neorrománicos, entre otros) de estilo bizantino, muy de acuerdo con el nuevo arte religioso promulgado desde Francia por Téophile Gautier y llevado a la práctica por Léon Vaudoyer en la catedral neobizantina de Marsella (1856-1893).

Ya en el siglo XX, tras la llegada y consolidación de la democracia se convirtió, desde 1981, en el Centro Cultural que conocemos hoy día. Entre sus principales valores, alberga dos de los más importantes museos de la ciudad: el Museu de Prehistòria de València (fundado en 1927) y el Museu Valencià dEtnologia (creado en 1983).

En él también se localizan las sedes de otras instituciones de relevancia de la Diputació de València, como la Institució Alfons el Magnànim o el Servici dAssistència i Recursos Culturals (SARC).

Su actividad a lo largo del año es abundante y variada y dirigida a todos los públicos. Dedica especial atención a los niños y familias, para los que diseña actividades adaptadas a su edad, teatro, talleres y clases didácticas, muchos de ellos relacionados con los propios contenidos del centro y las exposiciones que albergan, así como conciertos que se celebran en su antigua iglesia neobizantina.

Una tienda y una cafetería restaurante, junto a sus luminosos y abiertos patios, hacen de este Centro Cultural un espacio privilegiado donde disfrutar de la cultura y el ocio en pleno centro de la ciudad.