La marca Valencia vende... lo de otros
La marca Valencia vende muy bien, por lo que siempre hay quien no duda en utilizarla en su beneficio, aunque lo que haya dentro del ... envase no sea valenciano, sino que provenga de sitios lejanos.
Es lo que ha denunciado La Unió Llauradora ante la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo, para que inicie «una investigación formal sobre las etiquetas de arroz de las marcas La Fallera y SOS, ambas de la empresa matriz Ebro Foods, junto a otros casos similares», por no incluir el origen en sus paquetes e inducir a error a los consumidores.
La organización agraria sospecha que dichas empresas y otras del sector «podrían estar incurriendo en un posible fraude y engaño al consumidor, además de causar un perjuicio directo a los arroceros valencianos, respecto al etiquetado del arroz comercializado en la Comunitat Valenciana».
La situación no es nueva y se extiende cada vez más, en arroz y en casi todo, conforme aumentan las importaciones agroalimentarias, que van desplazando a las valencianas por precio. Ya es anómalo que, existiendo producción aquí, se multipliquen los esfuerzos por traer lo de fuera a costa de perjudicar a los de casa, pero peor es aún que se haga pasar una cosa por otra con argucias comerciales y silencios. Si en las etiquetas se pusiera claramente, con letras bien grandes, que el arroz es de Camboya o Tailandia, cuando así sea, al menos no habría duda para nadie; pero lejos de ser así, figuran imágenes simbólicas que aluden a su supuesta valencianía.
Si se trae arroz de países terceros, como así es, porque le sale más barato al importador, ¿por qué no se coloca en los envases con toda rotundidad -no letras diminutas- la procedencia? De esa forma, quien se disponga a comprar unos paquetes para sus paellas o arroces melosos, tendrá bien a la vista cómo proceder en conciencia. El mejor cocinero, profesional o gran aficionado, ¿alardearía con todo lujo de su mejor paella valenciana a sabiendas de que el arroz, lo que menos le cuesta, no es valenciano y prefirió otro por unos céntimos menos?
El problema tiene gran calado, porque, como señala La Unió, se insinúa con imágenes y símbolos un supuesto origen valenciano sin ninguna garantía.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión