El conflictivo rodaje de 'Gigante'

La primera biografía autorizada de Elizabeth Taylor (1932-2011), protagonista de la película junto a Rock Hudson (1925-1985) y James Dean (1931-1955), desvela la cara oculta del conflictivo rodaje. 'Gigante', con su larga duración de 201 minutos, cuenta en su reparto con populares actores y actrices: la carismática y algo demoniaca Mercedes McCambridge, el excelente secundario Chill Wills, los entonces muy jóvenes Carroll Baker, Dennis Hopper, Rod Taylor, Sal Mineo, Earl Holliman, Nick Adams...

La biografía 'Elizabeth Taylor. La fuerza y el glamour de un icono' (Kate Andersen Brower, Libros Cúpula, Planeta, octubre 2023) utiliza a lo largo de 510 páginas sólidas fuentes de primer nivel (los archivos de Elizabeth Taylor, 7.358 cartas, entradas de diario, artículos, notas personales y 10.271 fotografías). El capítulo 6 de la biografía ('Rock, Jimmy y Monty') comienza con una amorosa carta de Elizabeth: «A lo largo de mi vida he pasado mucho tiempo con hombres gais: Montgomery Clift, Jimmy Dean, Rock Hudson, que fueron mis compañeros de trabajo, mis confidentes, mis mejores amigos, pero nunca me importó con quién se acostaban. Eran las personas que yo quería».

Kate Andersen revela algo terrible. Durante los meses en que se rodó 'Gigante', Rock vivía con el miedo constante de que publicaciones como 'Confidential' expusieran públicamente su sexualidad. «Su repentino matrimonio con Phyllis Gates, la secretaria de su agente, fue la única forma de acallar los rumores. Cuando se divorciaron, tres años más tarde, Gates declaró (falsamente, pero de acuerdo con el actor) que Rock le había pegado dos veces y una vez intentó estrangularla. En aquellos tiempos el maltrato físico no destruía carreras, pero revelar la sexualidad de Rock sí podría haberlo hecho».

Las relaciones de George Stevens con Elizabeth Taylor fueron pésimas en el rodaje de 'Gigante'. En una de las secuencias, la joven actriz le dijo al director que el vestido que ella llevaba era poco formal y no casaba con su personaje. Stevens explotó delante de todo el equipo: «¡Lo único que te importa es tu aspecto! Nunca llegarás a ser una buena actriz porque solo te centras en ser glamurosa». Episodios similares se repitieron varias veces. Elizabeth respondía con lo más bravo de su temperamento.

Lo peor llegó en los últimos días del rodaje, cuando ya todos estaban preparando el regreso a sus casas. En la noche del 30 de septiembre de 1955 sonó el teléfono en la sala de proyecciones donde Stevens, Taylor y otros integrantes del elenco estaban visionando escenas descartadas. Stevens se puso al teléfono. «No... ¡Dios mío! -gritó- ¿Cuándo? ¿Estás seguro?». Colgó el auricular, detuvo la proyección y encendió las luces. «Acaban de darme la noticia de que Jimmy Dean ha muerto -dijo-». El joven actor había perdido la vida a los 24 años en un accidente automovilístico sufrido en una carretera cercana a Paso Robles, en California.

-«¡No puedo creerlo, George, no puedo creerlo!», exclamó Elizabeth entre sollozos.

-«Yo sí lo creo -respondió Stevens con brusquedad-. Yo lo vi venir. Tal y cómo conducía, yo lo vi venir».