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Belvedere

La Paqui y Álvaro arruinan la fiesta de Pedro

Todo el año esperando el gran evento ¿para esto?

Pablo Salazar

Valencia

Sábado, 22 de noviembre 2025, 23:51

Con la ilusión que tenía y el tiempo que llevaba preparándola. Un año, o más. Y como en las bodas de ahora -que tienen preboda, ... boda y postboda- le habían organizado actos previos, hasta cincuenta dijeron, que culminarían con la gran celebración, la madre de todos los eventos. Había invitado a todos sus amigachos. Bueno, a todos, no, que Santos, José Luis y Koldo, sus compañeros del Peugeot, se han metido en problemillas, nada de importancia, pero mejor que no aparezcan por la fiesta, por el qué dirán. Pero sí que habían confirmado Félix, Pilar, Patxi, Óscar y el otro Óscar, María Jesús (que se puso a aplaudir en modo morsa del Pacífico y a dar saltos de alegría cuando recibió la invitación), Iván (que aunque ya no esté sigue siendo como un hermano) y José Luis, el bueno, por supuesto, no el otro, José Luis el maestro, el padre intelectual (es un decir), el hombre para todo, el negociador, el referente. ¡Ah!, y Yolanda, que aunque no sea de la pandilla es ya una más. Tú eres una de las nuestras, le dijo él un día, a lo que ella, con esa facilidad de palabra que le caracteriza respondió: «Eh, o, ah, sí, bueno, no o sí, gracias, pero, eh, no, de todas formas, yo no... eh, o, vale». También era segura la presencia de los colegas. Gabriel fue de los primeros en decir voy, cuenta conmigo. Y Mertxe, que confirmó que llevaría a Arnaldo, el hombre de paz. También Aitor y Miriam. Pero lo mejor fue cuando Pablo e Irene llamaron para apuntarse. ¿Cómo es que no habéis contado con nosotros para esta fiestuqui?, se les oyó protestar mientras llevaban a los niños desde el chalé de Galapagar al colegio privado. Claro que acudimos, añadieron, y llevamos con nosotros a Ione y a Pablo. Y si queréis, se lo decimos a Nicolás, se sube al avión privado y se cruza el Atlántico para estar con todos nosotros. Pero no eran sólo políticos, también iban a estar los periodistas amigos. Silvia, Jesús, David, Pepa, Jordi, Ana, Antonio... Lo bueno es que sólo hubo que mandar invitaciones a tres empresas, TVE, La Sexta y la SER. El mensajero no tuvo que hacer demasiados viajes. Y luego llegó el capítulo de la cultura y los espectáculos. Pero eso lo controlaba todo Pedro, el otro Pedro, el famoso ¡Pedrooooooo! Que le aseguró que se traería de Hollywood a Pe y a Javier. Y que el resto no fallaría: Luis, Aitana, Cayetana... Por la música no te preocupes, ya hemos hablado con James Rhodes, nuestro pianista de cámara, le informaron. Quedaron en sacar del baúl los viejos atuendos de la lucha antifranquista, aunque luego cayeron en la cuenta de que en realidad durante el franquismo unos ni siquiera habían nacido, otros todavía iban en pantaloncito corto y los más no se distinguieron precisamente por su fogosidad contra la dictadura sino todo lo contrario. Así que se fueron a una tienda de disfraces a la búsqueda de pantalones de campana, chaquetas de pana y jerseys de cuello alto. Porque sus padres, los que vivían, tuvieron que ser sinceros y reconocer que había colaborado con el régimen, que se habían sacado unas oposiciones, ganado una cátedra, obtenido sustanciosos contratos y vivido opíparamente, por lo que en sus trasteros lo único que iban a encontrar serían fotos con el general, algún que otro diploma y hasta una medalla de la Falange. Mejor lo dejamos estar, papá, qué vergüenza, cómo pudiste. Todo estaba preparado, oye, los vídeos, los documentales, los libros, las conferencias, los testimonios, los homenajes a los luchadores antifranquistas, tanto tiempo preparando el aniversario, tanta dedicación, tanto esfuerzo, tanta ilusión para que en la semana fantástica, con todos los invitados de camino a la fiesta, con los sandwiches preparados y la sangría ya con el hielo y las frutas esperando a ser servida, va y primero la Paqui, maldita sea la Paqui, y luego Álvaro, un chapuzas, te estropeen el sarao. ¿Es que la muy inútil no vio 'Uno de los nuestros'? Lo peor que puede hacer el ladrón tras robar es empezar a gastar como si no hubiera un mañana, cambiar su estilo de vida, llamar la atención. Será estúpida. ¡Pero si la conocían todas las vendedoras! Rhodes ha empezado a tocar, Pe y Javier se están haciendo fotos en la alfombra roja levantando el puño, creo que llevan el pañuelo palestino, todo está dispuesto pero ya nadie presta atención a la fiesta de los 50 años. Pobre Pedro, con las ganas que él tenía... ¡dichosa UCO, dichosa justicia, franquistas todos! Begoña, ¿qué hacemos ahora con las tortillas de patatas, las croquetas y los brioches de jamón y queso?

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