Montortal, mejor que Hacienda
La opción del palacete de la plaza de Tetuán para un museo de la Diputación es mucho más razonable que la del gigantesco edificio de Guillem de Castro
Como ya expuse en un Belvedere anterior, no tengo nada claro que el museo propuesto por la Diputación para exponer los fondos pictóricos que tiene ... guardados en almacenes sea una buena idea. Me gustaría conocer el criterio de expertos en arte acerca del valor de las obras y de la conveniencia de destinar un espacio público -con el coste que acarrea su rehabilitación y posterior mantenimiento- a esta actividad cultural. Prefiero pocos museos bien cuidados que muchos pero de escaso interés. (Y apunto uno sobre el que volveré próximamente: el de Historia de Valencia, en la sala hipóstila, magnífico el continente, no así el contenido). Ahora bien, si es que la Diputación quiere su pinacoteca, la opción que le ofrece el Ayuntamiento, la del palacete de Montortal, es mucho más razonable y plausible que la que se manejó en un principio, la de la antigua sede de la delegación de Hacienda en Guillem de Castro. Por dos razones. La primera tiene que ver con este último edificio, cerrado desde hace nueve años por los desprendimientos de un falso techo y el mal estado estructural del inmueble. Carece de valor histórico, es demasiado grande, gigantesco, y su restauración sería costosísima. Además, la Corporación provincial no ocuparía todas sus dependencias, por lo que habría que pensar en otro uso compartido con el museístico. La segunda hace referencia a Montortal. Situado pared con pared con el palacio de Cervellón, en la plaza de Tetuán, el equipo de Ribó pensó en él para ampliar el archivo histórico municipal. El palacete tiene valor en sí mismo, con independencia del uso que se le dé, con azulejos, una cocina antigua, la escalera y frescos que merecen ser recuperados y visitados. Con Cervellón al lado, la fundación Bancaja a escasos metros, el antiguo convento de Santo Domingo enfrente y el centro de arte de la fundación Hortensia Herrero muy cerca, podría pasar a formar parte de un foco de atracción artístico, ciudadano y turístico. Un cogollito urbano que merece un diseño diferente. La plaza de Tetuán necesita una repensada, un estilo acorde a la importancia de los edificios que alberga. Y la vieja sede de Hacienda exige otra reflexión: si no acoge el museo, ¿qué finalidad se le puede dar? Siendo que carece de interés arquitectónico ¿hay que apostar por su rehabilitación o sería mejor el derribo y construir en su lugar un edificio para oficinas municipales (si es que hace falta, que parece que sí) y otro para viviendas (de las que tan necesitados andamos). En cualquier caso, lo que se haga, que sea rápido, no lo tengamos cerrado nueve años más.
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