La fiesta del clavellón
La Gran Feria de Julio pondrá el broche final a su programación el próximo domingo con la Batalla de Flores en el paseo de la ... Alameda; una contienda floral que en 1891 inició y promocionó el presidente de Lo Rat Penat, Pascual Frígola y Ahís, barón de Cortes de Pallás, en la que el conocido clavellón de color amarillo y naranja es el arma arrojadiza entre el público y las tripulaciones de las carrozas. En este punto es de justicia recordar que el evento floral, tras años en auge, entró en declive y no fue hasta 1931 cuando el concejal Enrique Durán Tortajada le imprimió vigor y mayor brillantez.
Desde luego, la actual Batalla de Flores dista mucho de las de antaño. Sólo hay que repasar las crónicas periodísticas. Sin embargo, el arte y el ingenio de los artistas se ha mantenido, a pesar de los mermados presupuestos económicos que en ocasiones han tenido que afrontar. Nuestros artesanos especialistas en carrozas han estado siempre en primera línea. Cabe recordar, echando la vista atrás, los magníficos trabajos de la talla de Cebrián, Llácer, los hermanos Fontelles, Coret, Desfilis, Julián Puche, Modesto González, Regino Mas y Carrero junto con Martínez Mollá, Azpeitia, el inolvidable Vicente Roda «Tinín», Martínez Canuto y Salvador Guaita, sin menospreciar los realizados por las nuevas generaciones de artesanos que compiten en la actualidad y mantienen viva esta especialidad artesana.
Por otra parte, como viene sucediendo desde hace años, el preámbulo de la batalla tendrá lugar su noche víspera con el acostumbrado 'sopar de la punchà' en la Ciudad del Artista Fallero; bulliciosa reunión a la que acudirán, entre otros invitados, las falleras preseleccionadas, mayores e infantiles, candidatas a falleras mayores de Valencia 2025. Una velada festiva que también tiene el aliciente de visitar algunos talleres donde se trabaja en los últimos detalles de las carrozas.
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