El desafío de la movilidad militar en Europa
Sólo mediante las inversiones necesarias en este sector conseguiremos una red reforzada que asegure una respuesta rápida en conflicto de nuestras Fuerzas Armadas
Jorge Melero Corell. MIembro de la comisión de movilidad, transporte y logística del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos CV
Viernes, 4 de julio 2025, 23:40
Europa navega tiempos convulsos. De un período de relativa tranquilidad en el orden mundial hemos pasado a un mundo en el que las alianzas pueden ... reconfigurarse en base a los designios de unos líderes proclives a desafiar las reglas establecidas. Y, por si fuera poco, la Unión Europea se enfrenta a una doble amenaza: por un lado, la sombra expansionista rusa; por otro, la fragilidad de la OTAN, puesta en evidencia por unos Estados Unidos que huyen de su tradicional papel de «hermano mayor protector».
A estas alturas, todos conocemos el compromiso de la OTAN para aumentar el gasto al 5%. Se insiste en el beneficio civil del desarrollo militar, el 'doble uso' de la tecnología. Ejemplos claros son el GPS, el avión a reacción o internet. Pero, no solo es el armamento susceptible de doble uso: las infraestructuras son, a menudo, las grandes olvidadas en el gran puzle de la Defensa, pese a que los ingenieros de Caminos incluimos los tanques en nuestros cálculos. Y una batalla no puede vencerse sin una buena logística que apoye a las tropas.
Durante la Guerra Fría vimos ejemplos llamativos de 'doble uso', como autopistas alemanas convertibles, en menos de 24 h, en aeródromos temporales. Gracias a ingenios como postes de señalización doblando como torres de radar, las aeronaves aliadas podían continuar operando aunque su base de origen resultara destruida. Sin embargo, la caída de la URSS y los cambios de estrategia las enviaron al olvido.
Y estos cambios de estrategia también los sufre la Unión Europea. Un reciente y duro informe del Tribunal de Cuentas Europeo revela la patente falta de interoperabilidad para mover equipo militar entre Estados Miembros. Ésta contrasta con los Acuerdos de Estandarización de la OTAN (STANAG, en inglés), que, además de municiones y sistemas de defensa, también exploran la capacidad de la infraestructura para soportar vehículos militares.
Hay situaciones en las que la amalgama de legislaciones nacionales impide, por ejemplo, que tanques de un país pasen por otro... por exceder el peso máximo permitido. O una maraña administrativa en algún país miembro, que exige un preaviso de 45 días para que las tropas de sus vecinos europeos puedan cruzar sus fronteras -como todos sabemos, muy conveniente en caso de emergencia-.
Ya a nivel más general, el mismo informe denunciaba la falta de visión estratégica militar de conjunto al seleccionar proyectos. Como muestra, el omitir la carreteras polaca (diseñada para tanques T-72 soviéticos, más ligeros que los modernos Leopard 2 o Challenger 2), crucial por estar entre Ucrania, los países bálticos y Kaliningrado. Desde luego, no es la mejor situación de partida en caso de confrontación abierta.
Queda clara, pues, la absoluta necesidad actualizar la Estrategia de Redes Transeuropeas de Transporte (TEN-T) para hacer frente a la nueva realidad. Es la única manera de asegurar la compatibilidad necesaria para un movimiento rápido de equipo y tropas. Como Josep Borrell dijo, tras la cumbre de la OTAN de la semana pasada: «Europa debe unir fuerzas para que nuestros ejércitos sean interoperables y puedan ejecutar, juntos, la acción defensiva que necesita Europa».
Afortunadamente, la Unión Europea como los Estados Miembros han reaccionado. En enero, Alemania tomó la histórica decisión de incrementar su límite de déficit, el Schuldenbremse («freno a la deuda»), desbloqueando un paquete de inversión en defensa e infraestructuras de 500.000 millones de euros. La expresión escogida ha sido «kriegstaugliche Infrastrukturen» «(infraestructuras aptas para la guerra»). Cuatro grandes corredores de movilidad militar, gracias al trabajo conjunto UE/OTAN, fueron aprobados en octubre de 2024. Éstos se apoyarán en una inversión de 75 mil millones de euros y una revisión de los requisitos de las TEN-T.
También la UE aprobó, este mismo mayo, su 'Estrategia del Mar Negro', vital para el comercio desde Asia hacia el territorio común por el bloqueo del Canal de Suez. Se reforzarán infraestructuras, sobre todo de Rumanía y Bulgaria, la creación del 'Black Sea Security Hub' y la conexión con países vecinos como Turquía y Azerbaiyán. Además, para evitar el contraespionaje, se vigilará a empresas de terceros países, especialmente chinas, que operen infraestructuras críticas. Nuestros puertos, centros logísticos y aeropuertos también mueven bienes militares. Dejarlos en manos de terceros es un riesgo para operaciones de contraespionaje o sabotaje.
Ya en España, el ministro Óscar Puente expuso la necesidad de orientar las decisiones europeas en transporte a conseguir la 'autonomía estratégica', destacando la estrecha colaboración entre los ministerios de Defensa y Transportes. Sin embargo, en nuestro país, hogar de las bases estadounidenses de Rota y Morón y del Cuartel General Terrestre de Alta Disponibilidad de la OTAN (Bétera), se echa de menos un plan más concreto de inversiones.
Y, por último, contar con buenas infraestructuras las convierte en objetivo principal del enemigo; toda estrategia no estará completa sin prever su protección. Incluso la guerra híbrida (ciberataques o sabotajes) puede dejarlas o totalmente inoperativas. Y situaciones como el 'gran apagón' español han servido de ejemplo del gran impacto económico y social que supone la caída de una infraestructura crítica.
Es evidente que la movilidad militar y la seguridad han ganado protagonismo en todos los ámbitos de nuestra vida. Si bien las últimas acciones de la Unión Europea y Alemania son pasos en la buena dirección, resulta necesario un compromiso europeo para la rápida ejecución de las actuaciones previstas en los planes de acción. Sólo mediante las inversiones necesarias en este sector conseguiremos una red reforzada que asegure una respuesta rápida en conflicto de nuestras Fuerzas Armadas.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.