Sálvese quien pueda

Todo está listo para estallar. En el ámbito internacional, estamos en manos de un Donald Trump -coronado emperador con una gorra roja- que es una ... bomba de relojería. Sus decisiones y sus arrebatos agitan peligrosamente el planeta. En España, Pedro Sánchez zarandea la estabilidad del país con amistades de alto voltaje dentro del PSOE y con prebendas a partidos minoritarios para seguir en el poder, pese a ir en contra de los intereses de la mayoría. Y, por último, en nuestra Comunitat, seguimos atados a la incertidumbre que nos dejó la trágica dana y que hace que se lastren dudas sobre el futuro del gobierno autonómico, con un Carlos Mazón que resiste a contrapelo sin que nadie sepa a ciencia cierta cuál será su final político. Un jefe del Consell al que se le exige que asuma responsabilidades por su gestión pero al que, a su vez, se le somete a un ensañamiento asfixiante allí donde va. Todo y en todas partes es explosivo. El éxodo de la ciudadanía hacia el desencanto es total ¿Quién puede creer en la política actual? De un sorbo y sin azucarillo.