Pérez Llorca con Catalá y en valenciano
El día de la investidura se les vio, abiertamente, compartiendo confidencias en la escalinata de Les Corts. Pérez Llorca demostraba así que tiene claro el ... peso de María José Catalá dentro y fuera del partido. Asumía que es la mejor aliada que puede tener. Por eso, varios movimientos claves del nuevo gobierno tienen evidentes (y fuertes) vínculos con el PP de Valencia, con la alcaldesa y hasta con Camps. Y es un acierto del presidente. Y una forma de reconstruir los puentes dinamitados a nivel interno justo antes de su designación. Acierta con ello, acierta sacando a Susana Camarero de la primera línea pero manteniéndola al frente de un área trascendental como Vivienda -pese al desgaste que le supuso ser la cara visible del Consell en los momentos críticos de la dana- y acierta asumiendo en primera persona la política lingüística. Una forma de sacar el valenciano de la trinchera. O esperemos que así sea. Y por cierto, también atina pidiendo entrevistarse, como es lógico, con Sánchez. El abismo entre Moncloa y el Palau urge superarlo. De un sorbo y sin azucarillo.
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