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Prensa amiga

Héctor Esteban

Valencia

Viernes, 5 de diciembre 2025, 00:06

La exconsellera de Emergecias Salomé Pradas tiene la costumbre de colgar en sus estados de whatsapp cualquier noticia sobre la dana que arrime el ascua ... a su sardina o le salve de la quema. Desde hace unos días, el Salvados de La Sexta es una imagen fija porque fue un escaparate que le permitió dar su versión, lágrimas incluidas. En una de sus respuestas, Pradas aseguró que supo que iba a ser destituida el día que leyó en la «prensa amiga» que estaba en la rampa de salida. El titular me vino enseguida a la cabeza porque lo escribió mi compañero Alberto Rallo, que acertó el relato de lo que iba a pasar. Periodismo sin amistades. Pradas, por sus palabras, parece que se sintió traicionada, una sensación que sin duda pudo evitar porque nadie esperaba que en esas fechas de noviembre siguiera aferrada a su cargo tras la deficiente gestión de la dana por parte de la Generalitat, donde ella era la máxima responsable de la conselleria de Emergencias. En una situación normal, y era lo que todo el mundo esperaba, Salomé Pradas debería haber dimitido de manera irrevocable minutos después de que la morgue de Feria Valencia empezara a llenarse de cadáveres, de personas que murieron ahogadas desprotegidas y la intemperie por la falta de una alerta que les avisara del peligro inminente. Pradas, imputada por la jueza que instruye el caso de la dana, nunca debió permitir que un titular la ubicara en la rampa de salida porque a los políticos se les exige un mínimo de altura de miras y dejar el cargo cuando no son capaces de atender el servicio público para el que son nombrados. A veces, la prensa tiene que ser el agua caliente para que el político deje el cargo y la nómina. La exconsellera, fiel al título del programa, intentó salvarse y justificarse, con reflexiones absurdas como que ella era una recién llegada al área de Emergencias y que desconocía los protocolos de funcionamiento. Al menos reconoció ser una ignorante. El papel y el perfil de Pradas lo definió muy bien el expresidente de la Asociación de Damnificados por la Dana Horta Sud, Cristhian Lesaec, en una entrevista en LAS PROVINCIAS: «Poner a Pradas en Emergencias era como poner a una persona sin carné a conducir un autobús». La tragedia estaba asegurada. La política se ha convertido en una agencia de colocación y no es un secreto que la crisis con Vox le vino bien a Mazón para recolocar a una consellera que tenía un pie y medio fuera del Consell pero que al final se encontró por el camino con una bola extra. Al final no hace falta que la prensa amiga o enemiga trace un titular para definir a una persona porque en la mayoría de los casos ellas mismas se descubren. Por eso, al ser preguntada por Gonzo sobre el motivo que le llevó con desdén a no llamar al presidente de la CHJ, Miguel Polo, la tarde de la dana, la exconsellera se escudó en que en ese momento estaba muy enfadada. «Yo soy así», dijo, y se quedó tan pancha.

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