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El juguete de Ortigueira

Sábado, 6 de septiembre 2025, 00:03

Se inaugura hoy el Roig Arena y el estreno no puede ser ni más intimista ni más internacional a la vez: dedicar el primer día ... a Nino Bravo es aludir en voz baja a las 'cosas de casa' de los años setenta… mezcladas con esos constantes anhelos valencianos de pelear, siempre con armas desiguales, para ser entendidos, respetados, queridos y remunerados en el exterior. Por ejemplo, en las siempre huidizas Madrid y Barcelona.Juan Roig lo sabe. Juan Roig se forjó en aquellos tiempos. Y antes de que comience por su Arena el desfile de artistas que le son perfectamente desconocidos, ha hecho este guiño a la valenciana titulado 'Bravo, Nino', que sin duda va a llegar al corazón de los que están llamando a la puerta de los 80 tacos. Sin rodeos: los Beatles y los Rolling, Bruno Lomas y Nino Bravo.Toda esta catarata de sentimentalismo coincide con la llegada a casa de un libro, titulado 'Mi juguete de cartón', en el que el radiofonista y periodista Guillermo Ortigueira cuenta su vida en forma de novela. Lo hace sin ahorrar detalles y con una ejemplar falta de miedo a la hora de transmitir lo que fueron penurias. Penalidades, sí, de las auténticas, de las de los años cuarenta y cincuenta. De esas que los niños y los jóvenes de ahora no quieren creer, recostados en algodones de bienestar. Dificultades de un chaval, de formación autodidacta, que empezó a hacer pinitos teatrales en la Sociedad Coral el Micalet, hasta encontrar en la radio y el periodismo un encaje profesional que, siempre a través de un desparpajo vestido de calidad, ha venido a llenar la vida valenciana durante cuarenta años, desde 1970 hasta bien entrado el dos mil. Guillermo Ortigueira, en el imaginario valenciano, pasa por ser íntimo amigo, confidente y gran conocedor de la vida personal y familiar del cantante al que hoy dedica el Roig Arena su primer espectáculo. Sin embargo, en contra de lo que cabía esperar, Nino Bravo, al que Ortigueira ya dedicó otro libro, está aquí casi ausente. No tiene, quiero decir, la presencia e influencia del Club Nuevos Valores, del Patronato y la Casa de los Obreros, de Diverama, Mundo Joven y Radio Nacional, los tramos iniciales de la larga escalera de un profesional que estuvo veinte años en la SER, fue delegado de Pueblo, dirigió diez años Radio Minuto y llevó la comunicación externa de Nuevo Centro y la Diputación.'Mi juguete de cartón', ese caballo adorable que el agua arrebató al protagonista de la novela, es un libro entrañable y sincero de Guillermo Ortigueira. Se lee con placer porque es muy fácil encontrar momentos, escenarios, vivencias de un tiempo compartido; y no solo en los medios de comunicación, sino en la vida valenciana de los últimos 50 años. Al menos por alusiones, vamos a encontrar en él a muchos personajes insinuados, desde Isabel Tortajada a Rafael Mauricio, y desde Juan Pardo a Manolo Tarancón. Pero tanto como las personas que desfilan, importa ese mosaico hasta configurar una ciudad en transformación.Cuántas veces, en la prensa y la radio valenciana, hemos pedido y exigido que Valencia tuviera un buen auditorio musical. Guillermo Ortigueira es un miembro destacable de ese coro inconformista que vio llegar el Palau, luego quedó admirado con Les Arts y ahora se va a rendir al relumbrón del Roig Arena. Y es que una ciudad de calidad se construye sumando gentes y empeños, más que dinero. Vidas y sueños.

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