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Espadas

Un secuestro de libro

Sergi Moyano aprueba con nota la asignatura que otros suspendimos

Domingo, 20 de julio 2025, 23:46

Cubrí para LAS PROVINCIAS la noticia del secuestro de Luis Suñer cuando se produjo. Y me desentendí del caso en cuanto la víctima quedó en ... libertad y empezó a mandar pollos y helados a la cárcel y a pedir que se le desgravara el importe del rescate. Por eso mismo cuando me llamó Sergi Moyano para pedirme que le orientara sobre un asunto olvidado que se proponía investigar y me contó cuál era sentí una profunda vergüenza profesional. Vergüenza retroactiva por los palos de ciego que di en enero de 1981, cuando no había forma de contrastar y ampliar lo ocurrido porque las fuerzas de seguridad estaban tan perdidos como yo. Y vergüenza por haberme conformado con seguir las actuaciones de la Audiencia Nacional sobre el primer y único secuestro de ETA en la Comunidad Valenciana por agencias. Sentí tal sofoco que ni siquiera acerté a contarle una anécdota estrechamente relacionada con el mayor de sus hallazgos: cómo y a dónde se llevaron los terroristas al industrial alzireño nada más sacarlo a rastras de su despacho. Un día después del secuestro se me acercó un colega y me pasó un breve texto para que lo incluyera en algún despiece informativo. «Se lo llevaron en un submarino», se titulaba. «Pero qué dices», le aticé. «¿Cómo si no se lo pudieron llevar al País Vasco -me replicó en serio- si enseguida se establecieron controles en las carreteras?». «¿Y a ti quién te ha dicho que ha salido de Valencia?». Ni que decir tiene que me abstuve de transmitir semejante disparate, aunque visto lo visto y apuntillado ahora por Moyano no habría desentonado demasiado. Terroristas importados, negociadores irlandeses, letrados colegiados a un lado y otro de las fronteras físicas y legales y secuestrados con el síndrome de Estocolmo... Lo admite un buen conocedor de las siniestras andanzas de ETA, Luis R. Aizpeolea, en la crítica del libro: el secuestro sucedió en «un contexto que hace parecer increíble lo que fue cierto». Mérito que hay que atribuirle a Moyano por obrar como Tucídides y reconstruir este capítulo de nuestra historia política y económica con información procedente de las más diversas fuentes. Moyano aprueba con nota la asignatura que otros suspendimos. Por esta razón considero que becarle para que reconstruyera una de las causas que está en el origen de la desaparición de Avidesa, una de las empresas más importantes de la Comunidad Valenciana en su momento, es lo más acertado que ha hecho la Unió de Periodistes Valencians en años. Sólo mediante ayudas o sacrificando horas de sueño y asueto están pudiendo otros colegas, como Sergi Castillo, Rodrigo Terrasa y, sobre todo, Francesc Arabí compensar la fugacidad de la actualidad con crónicas que no tienen nada que envidiar a la de Ramon Muntaner.

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