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El PSPV, erre que erre en eliminar el túnel de Pérez Galdós

Miércoles, 2 de julio 2025, 23:10

La oposición del PSPV al túnel de Pérez Galdós es una de las innumerables razones que explican por qué los socialistas gobiernan en Barcelona y ... no levantan un rabo del gato en Valencia. No aprenden ni escarmientan. Dos años después de que los electores expresaran cuán equivocada estaba Sandra Gómez al tratar de competir con Grezzi en punto a modernez, continúan empleando los mismos términos que empleó la ahora eurodiputada por elevación para rechazar el mantenimiento del túnel de Tránsitos. Otros, en su lugar, habrían entendido ya que supeditar las reivindicaciones de la izquierda clásica al ecologismo, el feminismo, el antirracismo y la defensa de las diferentes minorías es lo que está alejando a la socialdemocracia del sentir de las mayorías. Pero ellos, no. Ellos erre que erre así en lo accesorio como en lo sustancial por lo que a la movilidad se refiere. A su parecer, el inconveniente que presenta la avenida en cuestión no estriba en su carácter de ronda de circunvalación, ronda, no se vayan a pensar, por la que circulan cincuenta mil vehículos menos que por la Gran Vía. Tampoco radica en que el túnel en cuestión tiene, ciertamente, casi más tragaluces y más trinchera que techo -defecto fácilmente subsanable-; el problema es que es un túnel. Una obra dura. Y, en consecuencia, hay que suprimirlo aunque esté en perfectas condiciones de uso, detraiga buena parte del tránsito que de otro modo irá por la superficie y evite que los atascos que se forman en Ángel Guimerà lleguen al otro paso subterráneo que querían cegar, el de Guillem de Castro. Una opinión que disiente de las decisiones adoptadas en lo tocante al soterramiento circulatorio por Pasqual Maragall, Ada Colau y Collboni, alcaldes a los que, sin embargo, les copiaron las supermanzanas, el trampantojo de los presupuestos participativos y unas cuantas naderías más. Una cabezonería que tendría su lógica, en la escasa medida en que se considera lógico que un partido lleve la contraria al contrario aunque esté en lo cierto, si el túnel de marras lo hubiera construido Rita Barberá siguiendo la política viaria de los alcaldes de Madrid, bastante más tuneladora que la de sus colegas catalanes. Pero no es el caso. El PSPV no puede ni imitar al diputado alicantino Navarro Rodrigo en esta cuestión porque casi a la misma hora en que sus concejales cargaban nuevamente contra Catalá por mantener el túnel de Pérez Galdós el alcalde de l'Hospitalet (PSC) suscribía el acuerdo que permitirá soterrar 450 metros de Gran Vía barcelonesa. Y el mil veces arrepentido Navarro sólo regañó al recién elegido Antonio Maura por celebrar discretamente un discurso de la oposición: «¡Aprenda usted, pollo, que en esta casa los amigos hablan como los ángeles y los enemigos siempre ladran!».

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