Después del 29-O
La Justicia sigue investigando, como es su deber, sobre lo que ocurrió ese 29 de octubre tan tristemente famoso. La Justicia quiere saber cómo funcionaron ... los servicios públicos y cómo se comportaron las autoridades. Y ahora lo hace, también, con la ayuda de un exhaustivo informe de la Guardia Civil donde, según su contenido, hay oficinas estatales -de meteorología y de hidrología- que podían haber pasado a la historia con notas mejores si hubiera tenido, claro, mejores medios y personal. ¡Maldita hemeroteca! Todos lo hubiéramos hecho mejor -¿verdad?- si hubiéramos sabido que el 29 de octubre nos esperaba una catástrofe. ¡Ese triste espectáculo de desconcierto, caos y miedo...!
Con todo, el martes escribí sobre los errores cometidos antes del 29 de Octubre, que parece que nadie investiga ya, y ahora, al cerrar la temporada, quiero hacerlo sobre los errores que se ven venir y que deberían ser fácilmente conjurados. Por ejemplo: ¿Se va a hacer más permeable el drenaje del barranco del Poyo a través de la Pista de Silla y la triple barrera que suponen dos líneas férreas y esa cadena de polígonos comerciales e industriales que lo ocluye todo? Es la pregunta más simple, aunque también hoy otra que lleva a querer saber el número de licencias de reconstrucción que se van a denegar en las poblaciones afectadas. ¿Se tiene claro que hay barrios enteros, colegios, instalaciones deportivas, polígonos, que no deberían ser habitados en el futuro?
Los errores del futuro son los más fáciles de enmendar. Son los que se conjuran con una rectificación cuando se está tiempo. Un no seriamente expresado, una decisión solvente, basta por lo general para cortar las ensoñaciones medioambientales de quienes creen que la catástrofe del 29-O se podía haber evitado con praderas y puestas de sol. Seamos prácticos, porque aquí hace falta mucha obra dura: presas, barreras, canales y depósitos de tormenta han de hacer el trabajo que nunca podrán hacer las adorables bicicletas.
¿Un estadio para 40.000 en la zona de inundación? Los sueños de la razón producen monstruos... Es el momento oportuno para cortar de raíz los delirios sobre esos parques inundables dibujados para 'proteger' de inundaciones futuras. Un nuevo vistazo al video ese, el de la cinta verde que lo va invadiendo todo, un lamentable bodrio inundado de gerundios... basta para entender que la respuesta de la ciudad de Valencia debe ser contundente y seria. Una vez más, la capital metropolitana debe comparecer, cargada de razones técnicas y morales, contra lo que es una intromisión y un despropósito. Valencia no está solo llamada a dar el visto bueno sobre lo que se diseñe para el futuro de la provincia, sino que debe supervisarlo y liderarlo.
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