Borrar
Leire Díez. EFE

Esperpento socialista

En el caso de Leire Díez, el PSOE y el Gobierno tratan de negar lo evidente mientras el ambiente político se vuelve irrespirable

Editorial

Valencia

Miércoles, 4 de junio 2025, 18:31

Una militante que se ha dado de baja del partido y comparece ante los medios de comunicación como si se tratara de una estadista, sin ... admitir preguntas y tratando de desvincular a sus siglas, el PSOE, del escándalo que protagoniza. Un empresario, comisionista del 'caso Koldo' -uno de los múltiples casos de corrupción que salpican al Gobierno-, que revienta la comparecencia y la acusa de mentir. Otro empresario, Javier Pérez Dolset, que aparece en las grabaciones de la 'fontanera' en las que se buscaba cómo parar las investigaciones de la UCO, ejerciendo esta vez de guardaespaldas de Leire Díez. Estos serían sólo algunos de los ingredientes del esperpento que se ha desarrollado en Madrid y que vienen a añadir más y más dudas sobre la integridad moral de algunos dirigentes del partido que en estos momentos gobierna España. Hay quien lo compara con las inolvidables películas de Berlanga, hay quien lo hace con la saga de 'Torrente', incluso con las cintas más casposas de Esteso y Pajares. Podría ser un sainete, pero al tratarse de un asunto de Estado y que afecta a la credibilidad de las instituciones y a la salud de la democracia española, sería más correcto hablar de un esperpento, una representación trágica de la realidad en la que no faltan toques de humor. Como el de la sospechosa queriendo hacer ver que estaba llevando a cabo «una investigación periodística». O el de los representantes socialistas intentando a la desesperada acusar al PP y a su líder, Núñez Feijóo, de haber urdido una trampa que no se sostiene. El problema para ellos es que no es ninguna trampa y que sí se sostiene. Las evidencias que apuntan a una operación organizada desde el partido para descreditar a la Guardia Civil y, de este modo, tapar el agujero negro de la corrupción son ya un clamor. Pensar que Leire Díez iba por libre y que nadie tenía conocimiento de sus reuniones no es que no resulte creíble, es que suena a excusa ridícula del que han pillado con las manos en la masa. La degradación de la política española por culpa de este y otros escándalos que afectan al PSOE y al Gobierno -como el de difundir por parte de varios ministros un bulo de un supuesto complot para atentar contra Pedro Sánchez- ha llegado a unos niveles insostenibles. La tozudez del presidente del Ejecutivo por alargar una legislatura que nació muerta no es más que otro absurdo que tan sólo va a servir para emponzoñar aún más un ambiente irrespirable.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lasprovincias Esperpento socialista

Esperpento socialista