Del consenso social a las inversiones
La regeneración del parque natural de la Albufera ya está en la agenda valenciana, lo que #necesita es acciones concretas de las administraciones públicas, compromisos presupuestarios
No es fácil lo que se ha alcanzado con la Albufera. La campaña liderada por LAS PROVINCIAS para poner bajo el foco de la atención ... pública el preocupante estado del parque natural ha conseguido la adhesión de instituciones, partidos, sindicatos, universidades, fundaciones y todo tipo de entidades, además de destacadas personalidades, en un consenso que en estos tiempos y en esta tierra se podría calificar de 'rara avis'. La polarización que gangrena la política española, y en general la de todas las democracias avanzadas, ha dado paso a una unidad en cuanto al objetivo final de la iniciativa. Que no es otro que proteger y garantizar el futuro del lago, amenazado por la presión urbanística que ejercen los municipios ribereños. Si la situación ya era digna de alarma antes del 29 de octubre de 2024, la dana ha agravado el estado del enfermo. La gran lámina de agua evitó que la tragedia fuera aún mayor, al actuar como gigantesco aliviadero. Pero, a su vez, recibió ingentes cantidades de barro, residuos y todo tipo de enseres, lo que obligó a una operación de limpieza y saneamiento. Entre las tareas de reconstrucción post dana a las que se enfrenta Valencia figura por derecho propio la recuperación medioambiental de la Albufera. Se han logrado algunos avances. Se han sentado a hablar y han llegado a acuerdos administraciones de distinto color político. Pero, sobre todo, se ha instalado en la agenda valenciana como asunto prioritario, como deber inexcusable tanto de los ayuntamientos como, especialmente, de la Generalitat y del Gobierno central. Con el consenso como punto de partida, con la concienciación social en marcha, es el momento de concretar inversiones públicas, de avanzar en compromisos presupuestarios, de fijar gastos y anualidades en los presupuestos, de establecer un calendario para poder revisar el cumplimiento de las promesas. La Albufera, el gran tesoro natural de Valencia, olvidado y aparcado hasta que este periódico dio la voz de alerta -como con El Saler y el viejo cauce del Turia-, es ya objeto de atención. Ahora necesita y exige el cariño de los poderes públicos.
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