Dame pan y dime...
Me gustaría no invertir más tiempo del necesario en el personaje, ya saben de quién estoy hablando: me refiero al desahogado de Corona
Me gustaría no invertir más tiempo del estrictamente necesario en el personaje pero es que, cada vez que habla, sube el pan. Ya saben de ... quién les estoy hablando ¿verdad? Por supuesto: el desahogado Corona. De nombre Miguel Ángel. El ascendido a Director Deportivo de mentirolas del VCF el pasado verano ha vuelto a poner esa cara de decir la verdad, ha levantado la barbilla con esa seguridad que le caracteriza, para decirnos con absoluta calma y serenidad que la tierra es plana y que el sol gira alrededor de la tierra. Al mismo tiempo que, por cierto, parecían aparecer a su espalda como una especie de hilos tensos de esos que anuncian la función. Debió ser una ilusión óptica propia de la situación.
Y el personaje -al que no le gusta que le llamen florero- (¿se le puede llamar personaje o también le parecerá excesivo?) sigue jugando a los bomberos: Miguel Ángel con el humo y ustedes en el incendio. Ustedes se queman y al del humo le ascienden. Siempre gana. Así funciona el VCF de Peter; si le incordias te despiden pero, si tragas sables por el rito singapurense, subes como la espuma. La última genuflexión ha sido hablar del mercado de invierno como si él tuviera la más mínima incidencia en lo que vaya a ocurrir a partir del 1 de enero. Y lo que es más gracioso, se atreve a apuntar lo que pasará si alguien viene a fichar a Javi Guerra. «Daremos guerra» ha dicho con su habitual sonrisa picarona. Y todo esto mientras reconoce un minuto más tarde que no sabe las herramientas que tendrá como Director Deportivo para esas supuestas batallas. El faquir, además de equilibrista, parece tener también dotes de cómico. Iba a decir que cada día estamos más cerca de montar un circo pero, en realidad, esta es solo una tarde más de la función. Casi una década de sesiones de forma ininterrumpida en el 'Circ do Peter'.
Ya les expliqué una vez que lo peor de cruzarse un caradura profesional -dícese de aquel que actúa con desvergüenza- es soportar a alguien que, sin mover un músculo y a un palmo de tu cara, te habla como si fueras tonto, muy tonto y directamente... eso que acaba en integral. ¿La buena noticia?. El funcionario del año ya no engaña a nadie. El valencianismo está ya inmunizado ante virus y bacterias y, por más humo que les generen, la mascarilla de la verdad les protege ante cualquier humareda de falsedad.
Como le obligan a hablar sin poder decir la verdad, sólo hace que reírse de todos nosotros
Y, por cierto, nadie discute que el amigo Miguel Ángel no trabaje horas. Hasta yo les puedo asegurar que trabaja muchas horas. Quizá por eso le viene mal que le llamen florero. Pero, quizá, el problema es que confunde los términos. Él puede pensar que le llaman 'objeto decorativo' y se ofende por ello. Pero, quizá, no ha pensado que los floreros contienen... flores. Dícese del recipiente más ancho que largo que contiene flores. Y ése es su trabajo público principal, disfrazar el contenedor de la basura en el que se ha convertido el VCF cada vez que abre la boca. Como si esto no fuera un desastre. No sé si florero es un término adecuado para su figura. Pero sí tengo claro su problema, hablar desde una falsa posición dominante cuando todos conocemos la realidad. O te callas o te marchas. Pero no se marcha y, como le obligan a hablar sin poder decir la verdad, no hace más que reírse de todos nosotros. Sabemos que no pinta nada, sabemos que todas sus decisiones dependen de Lim y él sale a contarnos una película de ciencia ficción sobre una realidad que no existe. Llámenlo como quieran. Ya, si eso, otro día hablaremos del precio de la dignidad, que también viene en el diccionario.
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