Tormentas en Valencia: Golpeados por segunda vez por una dana
Vecinos que ya padecieron los efectos del 29-O vuelven a revivir el terror de las lluvias con inundaciones en un bloque de adosados de Alcàsser
«Venimos de la zona dana, de Picanya, y ahora esto. Ya nos está superando. Ahora cada vez que llega una tormenta no vivimos, no ... dormimos, tenemos el agobio encima», asegura Juani García, quien todavía está terminando las reparaciones de su domicilio, una planta baja inundada durante la riada del 29-O, y de nuevo tiene que estar achicando agua, ahora en el adosado de Alcàsser al que se trasladó su hija, con un bebé de siete meses. «Es una psicosis, nos está afectando psicológicamente mucho, y físicamente también».
Publicidad
La dana Alice ha provocado inundaciones en un bloque de adosados de Alcàsser, de una promoción de nueva construcción. Varios de los vecinos de estas catorce viviendas afectadas, algunos ni siquiera se habían acabado de instalar, ya sufrieron las consecuencias de la dana hace un año en municipios como Paiporta, Alfafar y Massanassa. «Nos vinimos aquí huyendo de las lluvias, lejos del barranco, y de nuevo el agua, no podemos escapar de ella», se lamenta Has, natural de Armenia y que acababa de mudarse a Alcàsser el pasado mes de mayo. «Estaba sola y no paraba de entrar agua, estaba llorando de pánico, no he dormido en toda la noche», relata la mujer mientras saca enseres empapados del garaje y trata de hacer balance de los daños.
El gimnasio, material náutico, el equipo de descalcificación, y distintas máquinas y herramientas que tenían en el garaje, todo afectado por el agua, que llegó a subir hasta dos palmos. «Y mientras nuestro garaje sigue con barro», apunta Luna, su nuera, recordando el estado en el que se encuentra su finca, afectada en la zona cero del 29-O, junto al barranco del Poyo. En el inmueble viven dos personas con movilidad reducida y el ascensor que baja al sótano sigue inoperativo al quedar barro en el hueco que «nos va a tocar sacar los vecinos».
En las siete viviendas que dan a la avenida de la Diputación la tromba de agua caída en Alcàsser y Picassent, entre las dos y media de la madrugada y las cuatro, ha llegado a inundar los garajes a unos 30 y 40 centímetros de altura. Además, la presión del agua ha roto alguna pared de pladur. «Se me están abriendo las paredes», reclamaba una vecina, que sufrió un ataque de ansiedad.
Publicidad
A otros vecinos los ha pillado fuera de casa porque todavía no están instalados. Es el caso de Diego, quien vive en Corberà. «Cuando me he despertado a las ocho el grupo de wassap que tenemos los vecinos echaba humo y me he venido para acá». Por suerte para él, todo lo que tenía en el garaje eran cajas de cartón y embalajes que iba acumulando en el mismo mientras dura la mudanza.
«Al principio mi mayor preocupación era que tenía la ropa tendida, pero cuando se ha ido la luz me he empezado a preocupar y he bajado al garaje», relata Ana Eva, que acababa de dormir a su hija recién nacida cuando a las 2.45 horas el agua ha empezado a entrar a raudales en el sótano.
Publicidad
Los vecinos explican que el problema era que en vez de filtrarse el agua por los desagües, ha comenzado a brotar de ellos como si estuviera embozado. «No sabemos si es un problema de suciedad en el alcantarillado o de mala canalización de salida de agua desde las casas». Ahora esperan que la aseguradora y el constructor, que ya ha tenido problemas en una promoción de chalets en Calicanto, «no se tiren la pelota el uno al a otro para no pagar los daños».
Suscríbete a Las Provincias al mejor precio
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión