Volvo XC60 Recharge: Otro SUV premium que se pasa al modo eco

El XC60 es ahora mismo una de las mayores bazas de venta para Volvo. Si juntamos las capacidades crossover del bien valorado XC60 con la mecánica híbrida enchufable y su etiqueta cero, hacen de este modelo todo un caballo ganador para la marca sueca, sobre todo con las actuales tendencias del mercado premium, y las que se prevén que están por venir.

Por fuera su diseño no difiere de los XC60 convencionales, salvo por pequeños detalles, como la tapa de la toma de carga, ubicada en la parte delantera izquierda del vehículo si miramos desde el asiento del conductor, como se puede observar en la imagen principal.

Las líneas del XC60 son elegantes y vanguardistas, un aspecto que se traslada a la perfección del exterior al interior. Por dentro es un coche que transmite el lujo habitual de la marca con unos materiales y acabados muy buenos, además de una gran personalidad, ya que el aspecto de elementos como el volante o la pantalla no se asemejan a lo que estamos acostumbrados a ver en la competencia. La pantalla táctil central tiene una orientación vertical y nueve pulgadas de tamaño, pero no es la única, ya que este modelo equipa cuadro de mandos digital tras el volante.

Si seguimos hablando de sus cualidades interiores, tenemos que mencionar la comodidad delantera y el buen espacio en la trasera. Donde sí pierde volumen es en el maletero debido al espacio que ocupa la batería, aunque no es una pérdida que nos vaya a suponer un problema: el XC60 Recharge cuenta con quince litros menos de capacidad de maletero que el modelo de combustión, por lo que la cifra total del modelo híbrido enchufable es de 468 litros, no está nada mal.

Para el XC60 Recharge, Volvo ha puesto a la venta dos opciones de potencia. Una que suma 341 caballos y otra 392, la primera se comercializa bajo la denominación de T6 y la segunda de T8. En toda la gama el motor eléctrico es idéntico, de 84 caballos de potencia, y lo que cambia es la sobrealimentación del propulsor de gasolina. En ambos casos el bloque de combustión es un gasolina 2.0 de cuatro cilindros, pero que en el T6 tiene 253 CV y en el T8 303, por lo que la suma final con el motor eléctrico se queda en las cifras comentadas anteriormente. Estas especificaciones hacen que el T6 acelere de cero a cien en 5,9 segundos y el T8 en 5,5, unas buenas cifras gracias a la combinación con la propulsión eléctrica instantánea.

Este Volvo tiene una batería de 11,6 kilovatios, la cual le permite recorrer una distancia de 54 kilómetros en modo cien por cien eléctrico. Por ello, el consumo total combinado se ha podido homologar en 2,4 litros a los cien.

Una de las razones por las que Volvo es una marca tan bien reconocida a nivel internacional es por su histórica tradición de estar a la vanguardia en términos de seguridad. En este modelo, como no, de serie llega con todas las ayudas que la marca ofrece, como puede ser el control de velocidad por radar, el control y corrección de salida de carril, frenada de emergencia, ayudas al aparcamiento con cámaras y sensores, sensor de ángulo muerto, aviso de tráfico cruzado...

Con todo esto, Volvo ha puesto un precio de partida de 59.750 euros para el Recharge T6, y de 63.750 euros para el T8. Además, actualmente la marca regala con la compra de este modelo un puesto de carga y su instalación en el sitio que queramos, ya sea en casa o en el trabajo.